Con un león y una motosierra como símbolos, el candidato presidencial por el movimiento La Libertad Avanza (LLA), Javier Milei, se presenta como un antisistema y un salvador que eliminará “la casta política”, a la cual culpa por los problemas de Argentina.
Licenciado en Economía por la Universidad de Belgrano, considera que la justicia social es “una aberración” y apuesta por acabar con el peronismo, dinamitar el Banco Central, privatizar empresas públicas, llevar a cabo una dolarización y un drástico recorte del gasto público (15 por ciento del Producto Interno Bruto).
Además, propone la eliminación de los Ministerios de Salud, Trabajo, Mujeres, Géneros y Diversidad, Educación, Cultura, Ciencia, Tecnología e Innovación, Desarrollo Territorial y Hábitat, Transporte y otros; lo cual iría acompañado del despido masivo de personas.
También afirma que “el único modelo que funciona para que un país crezca es el de un Estado limitado, el comercio libre y el respeto irrestricto a la propiedad privada”, lo cual representa una grave amenaza para la industria y el desarrollo nacional, así como para los derechos de las grandes mayorías.
Por otra parte, niega los crímenes de lesa humanidad perpetrados por la última dictadura cívico–militar en Argentina (1976–1983), período durante el cual desaparecieron más de 30 mil personas, y defiende la teoría de los “dos demonios” que pretende igualar las atrocidades de ese régimen con la lucha de organizaciones guerrilleras.
Asimismo, rechaza la existencia del cambio climático y la brecha de género, es partidario de la libre portación de armas, la venta de órganos, la represión “sin medias tintas” y la desaparición del sistema público de jubilaciones y pensiones.
Propone derogar la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo, el fin de la obligatoriedad y gratuidad de la educación, la privatización de la salud, el descarte de programas sociales, la reforma y reducción de las competencias del Estado y otras acciones ultraderechistas.
Milei asegura que el Papa Francisco es un “personaje impresentable y nefasto”, lo insulta con calificativos como “representante del maligno en la Tierra”, y acepta que su economista Alberto Benegas sugiera romper relaciones diplomáticas con el Vaticano.
En política exterior, indica que sus aliados serán Estados Unidos e Israel y se opone a los lazos con países como China y Brasil, con los cuales Argentina mantiene fuertes vínculos.
Además, se opone al ingreso de esta nación al grupo Brics (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica) y mantiene una postura alineada con el Reino Unidos sobre el conflicto de Las Malvinas pues dice que respetará “los derechos a la autodeterminación” de quienes residen en ese territorio.
De acuerdo con el Ministro de Relaciones Exteriores Santiago Cafiero, esa posición resulta en una banalización de la causa: “Para quienes habitan las islas no se aplica el principio de autodeterminación porque la verdadera población de Malvinas fue desplazada por una potencia colonial en 1833”.
En algunas ocasiones, la aspirante a Vicepresidenta por LLA, Victoria Villarruel, contradijo e intentó suavizar algunas declaraciones de su compañero de fórmula, pero su discurso negacionista y sus vínculos con dictadores juzgados por crímenes de lesa humanidad obtuvieron el mayor protagonismo.
La abogada, de 48 años, proviene de una familia militar y tendrá bajo su mando las áreas de seguridad, defensa e inteligencia si esa agrupación gana las elecciones generales de hoy domingo.
Según el diario “Página 12”, su padre, Eduardo Marcelo Villarruel, trabajó en la Secretaría General del Ejército dentro del Departamento de Comunicación Social durante la dictadura cívico–militar y fue señalado como uno de los militares que querían matar al expresidente Raúl Alfonsín (1927–2009).
En tanto su tío, Ernesto Guillermo, fue detenido en octubre de 2015 por orden del juez Daniel Rafecas por crímenes cometidos en el centro clandestino Vesubio. No fue procesado por ser declarado incapaz para afrontar el proceso.
El periódico precisa que la candidata era parte de la Asociación Unidad Argentina, liderada por Fernando Exequiel Verplaetsen, exjefe de Inteligencia del Comando de Institutos Militares establecido en Campo de Mayo, donde funcionó uno de los centros de exterminio de la dictadura.
Por otra parte, integró el Centro de Estudios Legales sobre el Terrorismo y sus Víctimas, el cual se opone a la lucha por los derechos humanos, defiende a los genocidas y pide acusar y procesar a los militantes que fueron víctimas del régimen.
De acuerdo con el diario, también fundó Jóvenes por la Verdad, un grupo cuya actividad más destacada era la de coordinar visitas al dictador Jorge Rafael Videla (1925–2013).
Además, es presidenta honoraria de la fundación Oíd Mortales, la misma que firmó la Carta de Madrid, un documento rubricado por el ultraderechista partido Vox y miembros de la extrema derecha latinoamericana que consideran al comunismo como una amenaza.
Villarruel arremetió contra las Abuelas y las Madres de Plaza de Mayo y el Sitio de Memoria ESMA (antigua Escuela de Mecánica de la Armada), además de ser la organizadora de un acto en homenaje a genocidas en la Legislatura capitalina, lo cual generó fuertes críticas de organizaciones políticas, sindicales y sociales.
A cuatro décadas de recuperada la democracia en Argentina, los pronunciamientos y los proyectos de los miembros de LLA son considerados una amenaza para los derechos humanos y las políticas de memoria, verdad y justicia.
Por otra parte, Milei y otros integrantes de su espacio fueron acusados por el Presidente Alberto Fernández y por agrupaciones bancarias de promover una corrida cambiaria para generar incertidumbre entre los ciudadanos a pocos días de los comicios.
En una entrevista concedida a la agencia de noticias Télam, el Papa Francisco alertó sobre el riesgo de confiar en falsos milagros y falsos mesías.
“Le tengo miedo a la indiferencia porque es una especie de abulia cultural. Que pase esto o aquello mientras el flautista sigue tocando y los pueblos, ahogándose. Las grandes dictaduras nacen de una flauta, de una ilusión, un encanto del momento”, comentó.
A su vez, el periodista y subdirector de Página 12, Luis Bruschtein, señaló que el apoyo a Milei es como el grito de auxilio de los ahogados que empujan debajo del agua al que los puede sacar.
“La mayoría que lo respaldó (en las primarias) no lo escuchó. Si lo hiciera entendería que tendrá que pagar un carné de pobre para mandar a sus hijos a la escuela o atenderse en un hospital. Hay un voto enojado y está el ideológico, que odia al pobre y no tiene salvación”, aseveró.
Buenos Aires, 22 de octubre 2022.
Crónica Digital / Prensa Latina.