Jue Feb 8 , 2024
Viña del Mar es famosa por sus construcciones, sus playas con mirada al Pacífico y el Festival Internacional de la Canción, pero poco se conoce de la vida en los cerros que la rodean, aquellos sitios impactados por los desastres. Por Carmen Esquivel Corresponsal jefa en Chile Lamentablemente hoy es la periferia de la también conocida como Ciudad Jardín, la que ocupa las primeras planas a raíz de los incendios forestales extendidos por sectores de esa municipalidad, así como por Quilpué, Villa Alemana y Limache, todas ubicadas en la Región de Valparaíso, en el centro-sur de Chile. Con más de 130 muertos y unas 15 mil viviendas afectadas por las llamas, se trata de la peor tragedia sufrida en el país luego del terremoto del 27 de febrero de 2010. “Estoy aquí sentado sobre los restos de lo que fue mi casa”, dijo a Prensa Latina un joven que no tuvo tiempo de brindar ayuda a su vecina, ni de salvar a su perrita, porque el fuego lo cubrió todo en pocos minutos. En ese sector de la localidad de Achupallas pocas viviendas quedaron en pie y las familias, con el apoyo de voluntarios, laboran en la recogida de escombros y en la limpieza del lugar. Achupallas se extiende sobre la meseta de El Gallo, en la parte alta de Viña del Mar, y en la década de 1950 empezaron a construirse allí barrios obreros. En los años 90 del siglo pasado comenzaron a proliferar en la zona las llamadas tomas de terreno o asentamientos humanos precarios en las laderas de los cerros, donde se instalaron familias pobres sin capacidad para pagar arriendos. Los también llamados campamentos carecen de servicios básicos y se caracterizan por tener pocos accesos, calles muy estrechas, caminos y a veces solo escaleras para trasladarse de un sitio a otro, y por eso muchos no consiguieron escapar del fuego, que también se ensañó con las partes urbanizadas donde había viviendas de construcción sólida. HIPÓTESIS SOBRE LAS CAUSAS DE LOS INCENDIOS Es una realidad que el territorio chileno se ve impactado durante el verano austral por los incendios forestales, fenómenos en los que inciden las elevadas temperaturas, la persistente sequía y la introducción de plantaciones de especies con resina inflamable, como el pino y el eucalipto, para la producción de celulosa, entre otros factores. Se ha comprobado también que el 99 por ciento de estos siniestros están vinculados con la acción humana, ya sea debido a descuidos, negligencias, prácticas agrícolas erróneas o mala intención. En una conversación con Prensa Latina durante un recorrido por la zona de desastre, el legislador por Valparaíso Luis Cuello recordó que hay indicios serios del comienzo de cuatro focos simultáneos en Lago Peñuelas, incrementados luego por los vientos fuertes. Para el jefe de Defensa Nacional, contraalmirante Daniel Muñoz, “en los orígenes hay un patrón de comportamiento que apunta hacia una planificación, es decir, algo orquestado y organizado con fines todavía no precisos”. “Si bien es compleja la investigación, la vamos a abordar […]