Las elecciones de Estados Unidos apuntan hoy a ser las primeras en medio siglo sin un debate entre los candidatos definidos tempranamente en este ciclo: el demócrata Joe Biden y el republicano Donald Trump.
Trump intensificó sus llamados para que su rival lo enfrente y en una publicación de Truth Social dijo que debatiría con él “en cualquier momento, en cualquier lugar y en cualquier lugar”.
“Los debates pueden ser dirigidos por el corrupto (Comité Nacional Demócrata), o su subsidiaria, la Comisión de Debates Presidenciales (CPD). Espero recibir una respuesta”, indicó.
dijo.
Por su parte, Biden respondió a fines de la semana pasada que estaba abierto a discutir, pero advirtió que hacerlo depende del “comportamiento” del exmandatario.
Dado que Biden aún no se ha comprometido a participar y Trump ya había criticado previamente a la comisión que supervisa los debates por considerarla parcial en su contra, tal vez la posibilidad de ese cara a cara ni ocurra.
«Creo que, si los republicanos hubieran nominado a alguien que no fuera Donald Trump, la discusión podría ser diferente», dijo el estratega demócrata Jim Demers, citado por el diario The Hill.
Los debates han sido un elemento distintivo de ese espectáculo durante décadas, marcando regularmente un clímax en la campaña.
El primer debate entre Trump y Biden en septiembre de 2020 fue un acontecimiento caótico, recordó el periódico y otro celebrado en octubre, en el que los micrófonos de los candidatos se silenciaron cuando el otro hablaba, fue en general visto mejor.
Posteriormente, Trump y el Comité Nacional Republicano (RNC) acusaron a la Comisión de Debates Presidenciales, que ha llevado a cabo todos estos ejercicios desde 1988, de tener prejuicios contra el magnate.
El RNC votó en 2022 para ordenar a los candidatos republicanos que no participaran en los debates que organiza la comisión, y su entonces presidenta, Ronna McDaniel, afirmó que el partido encontraría “plataformas de debate mejores y más nuevas”.
Entretanto, Biden, al menos por ahora, no niega la posibilidad de la confrontación, pero se mantiene evasivo y su campaña dijo que el llamado de Trump a debates era simplemente que él estaba «sediento de atención».
Para algunos expertos la referencia de Biden al comportamiento de Trump puede indicar preocupación por un debate que se desarrolle de manera similar al de 2020, especialmente si Trump continúa tratando de hacer afirmaciones falsas sobre el robo de las elecciones ese año.
Washington, 14 marzo 2024
Crónica Digital/PL
