La reducción paulatina de la jornada laboral de 45 a 40 horas semanales comenzó en Chile con la entrada en vigor de una ley que fija un plazo de cinco años para completar el proceso.
Este beneficio para los trabajadores no está exento de polémica, porque algunos patronos buscan resquicios que les permitan incumplir la norma al pie de la letra.
Una de estas argucias es distribuir la hora menos de trabajo en 12 minutos diarios, de lunes a viernes, sea a la entrada o la salida de las labores, lo cual es rechazado por las organizaciones gremiales.
Otros, incluso, propusieron extender en ese número de minutos el receso cotidiano para almorzar y mantener intactos el ingreso y la retirada de los asalariados.
No obstante, la Dirección del Trabajo recordó al mundo empresarial que la única manera correcta de aplicar la ley es que se designe un día específico y en esa jornada se reduzca una hora a los empleados.
En el caso en que por el tipo de tareas resulte indispensable mantener la jornada anterior, los patronos tendrán la obligación de pagar la diferencia como tiempo extraordinario, en las tarifas establecidas legalmente.
La modificación al Código Laboral permite a las empresas que lo deseen acortar el plazo establecido, o aplicar de una sola vez la jornada de 40 horas semanales.
Santiago de Chile, 27 de abril 2024
Crónica Digital/PL
