El hallazgo en Argentina del hijo de una pareja de estudiantes chilenos desaparecidos en época de la dictadura deAugusto Pinochet es un motivo más para recordar el terrorismo de Estado, aseguró aquí una activista de derechos humanos.
Al conocer la noticia, la presidenta de la Agrupación de Familiares de Detenidos Desaparecidos (AFDD) de Chile, Lorena Pizarro, dijo experimentar una sensación, de»satisfacción mezclada con dolor por la barbarie de la dictadura».
Entrevista por el diario electrónico La Nación, Pizarro insistió en que el hallazgo es un mensaje para no olvidar el horror del terrorismo de Estado y seguir luchando por terminar con la impunidad en todo el continente.
«Esta noticia nos agrada, nos sorprende y nos llena de satisfacción. Cada vez que aparece un nieto, aunque no sea hijo de chilenos, es volver a enfrentarse a la tremenda injusticia que significó la desaparición forzada. Y lo que se practicó principalmente en Argentina, que fue el secuestro demenores», exclamó.
Este miércoles, la Asociación Abuelas de Plaza de Mayo formalizó la restitución del nieto 109, Germán Athanasiu Laschan, un hombre de 38 años cuyos padres fueron desaparecidos en 1976, y él fue apropiado por un matrimonio con estrechos lazos con la dictadura militar.
El sujeto que se adueñó del bebé, criatura que tenía cinco meses al momento del secuestro, está detenido por una causa que se tramita en Rosario como imputado de tener vinculaciones con un grupo de tarea dedicado a secuestros y asesinatos, pero su identidad aún no fue revelada.
Germán Athanasiu, renombrado como Pablo Germán por sus captores, fue secuestrado junto a sus padres (Ángel Athanasiu Jara y Frida Laschan Mellado) el 15 de abril de 1976 en un operativo parte del a Operación Cóndor, realizado por fuerzas de seguridad en el hotel en el que vivían en la ciudad de Buenos Aires.
Pizarro manifestó que este caso a la AFDD le toca de una manera especial «porque eran dos estudiantes chilenos desaparecidos en Argentina. Pero también es un nieto, un nieto que se recupera».
La activista confesó que no tuvo datos previos de los avances en la búsqueda del hijo de los chilenos, porque «la labor de las Abuelas de Plaza deMayo es muy sigilosa, muy seria, muy rigurosa. Y eso es lo que permite encontrar a los niños, que en realidad ahora son adultos».
Pizarro insistió en que la mejor forma de conmemorar los 40 años del golpe de Estado contra el presidente Salvador Allende es terminar con la impunidad en el continente.
En América Latina «los genocidas y los violadores de derechos humanos han mantenido un pacto de silencio tan cobarde como la actitud que tuvieron durante los años de la dictadura, tan cobarde que enlodan el nombre de las Fuerzas Armadas chilenas», enfatizó.
Santiago de Chile, 8 de agosto 2013
Crónica Digital / PL