La decisión de gastar unos 110 millones de dólares durante el próximo lustro para desarrollar fuerzas de mantenimiento de paz en África, confirma el creciente interés que hoy tiene Estados Unidos de ampliar su influencia militar en el área.
El plan anunciado el miércoles por el presidente Barack Obama prevé asistir a Senegal, Ghana, Etiopía, Ruanda, Tanzania y Uganda con el objetivo desarrollar comandos de respuesta rápida, como parte de las fuerzas de seguridad de Naciones Unidas o de la Unión Africana (UA).
Ello se unirá a otro proyecto de la Casa Blanca valorado en 65 millones para fortalecer las instituciones de seguridad en Ghana, Kenya, Malí, Níger, Nigeria y Túnez.
Según datos oficiales, el gobierno norteamericano ha capacitado a más de un cuarto de millón de militares y policías africanos, integrantes de cuerpos de operaciones de paz de la ONU y la UA.
La Cumbre Estados Unidos-África, que reunió del lunes al miércoles último en esta capital a más de 40 líderes, se trazó como meta reforzar las relaciones económicas e inversiones.
Sin embargo, varios analistas insistieron en el interés geoestratégico de la cita para Washington que intenta de manera solapada ampliar sus capacidades militares y de despliegue en el llamado continente negro, rico en estratégicos recursos minerales como el petróleo y el agua.
Hace pocos días, altos jefes militares estadounidenses que prefirieron mantener el anonimato, comentaron al diario The Washington Post que la expansión bélica en África es necesaria debido al incremento del extremismo y la violencia en naciones como Sudán y Libia.
En este sentido, durante la clausura del evento Obama pidió fortalecer la cooperación con los países del área para responder a los conflictos y amenazas terroristas de grupos extremistas como Boko Haram en Nigeria y los shebab somalíes.
El líder del Ejecutivo abogó por mayor asistencia financiera, logística, de inteligencia y entrenamiento de tropas de la UA en naciones como Somalia, si bien no se refirió de manera explícita al envío de fuerzas militares.
Washington envió recientemente a Nigeria un equipo de especialistas para ayudar en la búsqueda de las más de 200 colegialas secuestradas por Boko Haram.
Aunque el Pentágono, sometido a una fuerte reducción presupuestaria, privilegia el asesoramiento y financiamiento de fuerzas o grupos militares antes que el envío directo de tropas a los teatros de operaciones militares, el alto mando no ha dejado de reforzar su presencia militar en suelo africano.
Bajo el pretexto de la lucha contra el terrorismo, Washington mantiene en ese continente más de cinco mil efectivos, en particular de las Fuerzas de Operaciones Especiales (FOE) -unidades élites del Pentágono- bajo la dirección del Comando de África (Africom), establecido en 2007 y cuya sede está en Stuttgart, Alemania.
Washington, 8 agosto 2014
Crónica Digital / PL