El empleo de esa energía en Chile fue descartado por la presidenta Michelle Bachelet durante su campaña electoral, lo cual fue reiterado en varias ocasiones y ratificado el lunes por el secretario general de Gobierno (interino), Carlos Maldonado.
Temores sobre la presunta precariedad del suministro de gas, fundamentalmente de Argentina, reflotaron el tema cuando nadie lo esperaba, obligando al vocero Maldonado a anunciar que, no obstante, se pediría este año los estudios preliminares de factibilidad.
La idea, explicó, es que cuando en el futuro se aborde el tema, el país cuente con estudios acabados sobre las ventajas y desventajas de la energía atómica.
El año pasado, la presidenta Bachelet reafirmó: «No he promovido el uso de la energía nuclear como parte de nuestra matriz energética. porque no me ha parecido prudente, por una convicción personal».
Agregó que «los peligros son conocidos y las plantas nucleares requieren de la más alta sofisticación para evitar accidentes potencialmente devastadores».
Asimismo, la ministra de Minería y Energía, Karen Poniachik, aseguró que Chile tiene suficientes recursos hidráulicos, geotérmicos, eólicos y hasta mareo-motrices, para abastecerse de la energía que necesita.
Por su parte, el dirigente demócrata cristiano Eduardo Aberdrapo señaló que los estudios que encargará el gobierno precisarán si es posible, conveniente y aceptable el uso de energía nuclear en el futuro.
Opinó que el objetivo final sería «poder aumentar la capacidad energética y no tener una dependencia o las precariedades que hoy día, en algunos momentos específicos, se tienen».
Pero, el presidente de la Comisión de Energía de la Cámara de Diputados, Jaime Mulet, también demócrata cristiano, anticipó que esa discusión no estará exenta de polémica y opinó que el Gobierno debe dar prioridad a otras fuentes energéticas.
«Me gustaría ver al Gobierno aún más comprometido con estas energías (renovables no convencionales) que con la nuclear, que nos permitiría generar energía sin dañar el medio ambiente y sin los riesgos implícitos de la nuclear», sostuvo.
Por otro lado, la ex secretaria de la Comisión Nacional de Energía María Isabel González, planteó que los estudios deben avanzar cuanto antes, ya que «la construcción de una central nuclear y su puesta en marcha sería de, al menos, 10 años».
El master en ciencias José Maldifassi, quien también estimula el uso de energía nuclear, dijo que un reactor es más limpio, barato e independiente de factores externos, en comparación con las actuales alternativas de generación.
Esa energía tampoco es dependiente de la decisión de los vecinos de vender o no gas, insistió.
Santiago de Chile, 21 de Febrero 2007
Crónica Digital/PL , 0, 32, 12