Hasta hace una semana las aguas parecían tranquilas y el curso del fútbol chileno apuntaba a un exitoso comienzo en la eliminatoria premundialista, pero la paz terminó con tonos grises oscuros.
En un caso rocambolesco, finalmente el presidente de la Asociación Nacional de Fútbol Profesional (ANFP), Sergio Jadue, renunció al cargo, después de salir a hurtadillas de Chile con destino a Estados Unidos.
Todo apunta a que servirá de testigo protegido o rendirá declaraciones a la justicia ante el Buró Federal de Investigaciones (FBI), que sacudió a la poderosa FIFA desde sus cimientos con acusaciones de corrupción y lavado de dinero.
Hace rato Jadue estaba en la mira, pero repitió hasta el cansancio que no tenía preocupación alguna con los escándalos de la Federación Internacional de Fútbol Asociado (FIFA) ni con el manejo de los dineros de la Copa América organizada en Chile.
El empate a un gol de la selección nacional frente a Colombia y luego la amarga derrota 3-0 ante Uruguay el martes, marcaron un bajón en el rendimiento de la Roja que llegó aparejado con el desenlace de la telenovela Jadue.
Ya algunas cabezas habían rodado en el organismo rector del fútbol en Sudamérica, la Conmebol, de la cual Jadue es todavía vicepresidente.
Dos ex titulares de la entidad, el paraguayo Nicolás Leoz y el uruguayo Eugenio Figueredo, están acusados y detenidos como parte del caso estadounidense.
Asimismo, los 10 presidentes de las federaciones de la Conmebol fueron vinculados directa o indirectamente por los investigadores estadounidenses en torno a los actos de corrupción en la FIFA.
Además, el expresidente de la Federación Venezolana Rafael Esquivel está detenido en Suiza; el ex titular de la Confederación Brasileña, José María Marín, extraditado a Estados Unidos y el ex mandamás boliviano del balompié Carlos Chávez también está preso.
Otro que dio un paso a un costado fue Luis Bedoya, de Colombia, presuntamente ligado al enjundioso expediente delictivo en el balompié internacional.
El problema de Chile no se circunscribe únicamente a Jadue, quien llegó a calificar de fantasiosos a los medios locales. Aparentemente otras figuras de la ANFP, que convocará pronto a elecciones, pueden estar salpicados por la corrupción.
-ANTECEDENTES
El 27 de mayo de 2015, 17 personas directa o indirectamente vinculadas a la FIFA recibieron orden de arresto, acusadas de corrupción y sobornos. También quedaron en tela de juicio varias federaciones nacionales y la organización de torneos.
Congresos, seminarios y eventos de diverso tipo han permitido a lo largo de los años que federativos disfruten de boletos de avión gratuitos, lujosos hoteles, con fiestas y cenas despampanantes, sin que nadie se llame al rubor.
La más simple pregunta desnuda las falencias de la estrategia de la FIFA de supuestamente potenciar a países en vías de desarrollo. Hasta hoy, el mapa del fútbol no ha variado un ápice: Sudamérica y Europa se reparten los títulos.
Excepcionalmente descuellan equipos africanos en categorías menores, pero sus talentos sucumben ante la paupérrima infraestructura de sus naciones y casi siempre terminan en clubes Viejo Continente.
De modo general, un conocido comentarista deportivo y columnista de prensa escrita, Juan Cristóbal Guarello, resumió hace algunos meses lo ocurrido al interior de la FIFA y sus ramificaciones.
«… la orden de detención emanada por un tribunal de Nueva York confirma lo que se ha denunciado en cientos de foros: su ostentoso, delictivo, dictatorial y grosero manejo del fútbol mundial», dijo Guarello en referencia a la FIFA.
La Fiscal General de Estados Unidos, Loretta Lynch, estimó que los beneficios de los imputados ascendieron a alrededor de 150 millones de dólares y no descartó más arrestos por corrupción y sobornos (hay 17 imputados).
A nivel chileno, la dimisión de Jadue fue confirmada por su sustituto interino, Jaime Baeza, quien de forma vaga aclaró que los motivos por los que exigió la dimisión fueron los interrogatorios en el ambiente por el caso FIFA.
«Lo que comienza espurio, termina espurio. Y esto comenzó bien espurio», afirmó el vicepresidente y ministro del Interior de Chile, Jorge Burgos, sin entrar en detalles.
Por Fausto Tiana
Santiago de Chile, 19 de noviembre 2015
Crónica Digital / PL