Como pocas veces, la presidenta chilena, Michelle Bachelet, se vio hoy muy emocionada y al borde del llanto en un acto de reparación de justicia a ex miembros de la Fuerza Aérea (Fach), entre ellos su padre asesinado.
En la parte final de su discurso en el encuentro para oficializar la anulación de la condena de traición a la patria
impuesta por la dictadura de Augusto Pinochet, Bachelet dijo con la voz quebrada:
«Permitan entonces a esta Presidenta de la República, hija de un general de la Fuerza Aérea que estuvo con ustedes en la misma celda, que en su rol de Gobierno, pero también desde lo más profundo de su historia personal, reconozca lo que ustedes han logrado con una única palabra final».
Días atrás, la Corte Suprema de Chile anuló las sentencias contra el general Alberto Bachelet, muerto en prisión tras sufrir torturas, y otros militares, sindicados por traición por el régimen sanguinario de Pinochet (1973-1990).
Un día después del golpe de Estado, el general Bachelet fue detenido por oponerse a la asonada que encabezó Pinochet el 11 de septiembre de 1973. Un Consejo de Guerra lo acusó junto a un grupo de oficiales de la Fach.
El acto responde también al fallo emitido el 2 de septiembre de 2015 de la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), instancia en que se declaró responsable al Estado de Chile por la violación al derecho de protección judicial de los oficiales de las Fach.
Además del general Alberto Bachelet, son ellos Omar Humberto Maldonado, Álvaro Yañez, Mario Cornejo, Belarmino Constanzo, Manuel Osvaldo López, Ernesto Galaz, Mario González Rifo, Jaime Donoso, Alberto Bustamante, Gustavo Lastra, Víctor Adriazola e Ivar Rojas.
«Obviamente que me tocó de cerca (…). Conocí a estos hombres en la cárcel cuando yo era estudiante e iba a ver a mi padre, viví de cerca todo, conocí todo el proceso y por lo tanto siempre supe que eran inocentes (…)», declaró la mandataria.
En declaraciones a la prensa, Bachelet subrayó que aunque Chile se haya demorado tanto en finalmente hacerlo de manera oficial, «se hizo gracias a aquellos que nunca se rindieron y siempre siguieron adelante».
Anteriormente, en su discurso en la sede del ex Congreso Nacional, reconoció que el «Estado de Chile se equivocó gravemente y hoy estamos aquí para reconocer esta responsabilidad y reparar a las víctimas con medidas que permitan restaurar su dignidad violentada».
«Gracias a este fallo, otras víctimas de consejos de guerra podrán presentar recursos de revisión y restaurar así su dignidad y honor militar cuando se trate de uniformados», añadió la mandataria.
«Me encontré con camaradas de la Fach a los que he conocido por 20 años, alumnos míos, que me trataron como a un delincuente o como a un perro», dijo el general Bachelet a su hijo Alberto en una carta de la época.
El fallo judicial argumentó que los Consejos de Guerra convocados a partir del año 1973 actuaron en la práctica contraviniendo su propia normativa, pues sólo aplicaron procedimientos coercitivos.
Tampoco se respetó el carácter y los derechos de los prisioneros, ni se consideró ninguno de los preceptos establecidos en las convenciones internacionales sobre la guerra, añadió.
Michelle Bachelet, que adelanta su segundo mandato presidencial tras el anterior de 2006 a 2010, fue torturada junto a su madre Angela Jeria y ambas debieron emigrar al exilio.
Santiago de Chile, 7 de octubre 2016
Crónica Digital / PL