Usted ha sentido alguna vez que se asfixia porque el dinero no le alcanza para llegar a fin de mes, sobre todo si es jubilado, y su pensión de la AFP, por más que la estire no le favorece en nada, y ve cómo toda su escasa plata para comer finalmente va a parar en gastos de remedios, por ejemplo.
Al respecto, nadie se ha hecho cargo del peso muerto que nos dejó José Piñera en relación a las jubilaciones de las AFP. No nos equivoquemos, éste será el hermano del presidenciable, pero la familia Piñera es unida, a pesar de que unos ostenten más riquezas que otros, al final esa familia “de clase” permanece unida.
Y están muy unidas cuando son deudoras de sus propias mentiras y argucias. Los Piñera Morel se han rebelado y no asistieron a las comisiones del congreso nacional que investigan sus riquezas, probablemente ilícitas. Por otra parte, los Piñera Echeñique, no explican la asfixia que vive la mitad de la población que apenas subsiste con las pensiones de las AFP, su engendro, a pesar que prometieron a los cotizantes un 70% del sueldo al momento de jubilar.
Cómo descongestionamos nuestro mundo, nuestros problemas creados por la familia Piñera en el espacio de la dictadura. ¿Cómo nos sacamos el peso muerto que nuestras espaldas cargan día a día?
Para empezar, se debe dejar de lado la creencia de algunos cabrones que permitieron éste tipo de abusos, y que hoy vuelven a la carga y que dicen que la iniciativa del gobierno de cotizar un 5% extra, por parte de los empresarios a favor de los trabajadores, debe ir, ni más ni menos, a parar otra vez a las AFP.
Aunque ellos lo dicen con dulzura: ¡Deben ir a la cuentas individuales de cada trabajador! es decir, otra vez a las AFP.
¡Basta! se debe dar paso a otras instancias que los fastidie ahora a ellos, un órgano o ente del Estado, que vele, como ninguno lo podría hacer mejor, por cada uno de nosotros los mortales. ¡Se requiere más Estado!
No podemos seguir siendo chantajeados por palabras bonitas ni rimbombantes que nos envuelve para seguir en lo mismo, debemos salir de los discursos aberrantes de los Piñera Echeñique, de los Kast Rist, de los van Rysselberghe, de los Pinochet, y de otros simples de espíritus que no quieren nuestro bien. Ellos no son independientes, menos el candidato Piñera, como otros medios de comunicación le hacen aparecer.
Hoy, el mundo aflora mostrándonos una vez más aquella negación de esos sujetos con nuestro pueblo; nos muestran un vacío, una ausencia, un no reconocer equivocaciones para superarlas. Ellos dicen no equivocarse y pedir más AFP, elevar la edad de jubilación de las mujeres y de los hombres, y de todo el mundo y de cuanto se les cruce, y lo dicen a vista y paciencia de los luchadores que nunca han usado máscaras para sus demandas.
Hoy las AFP, sus creaciones, nos muestran los cuadros de la desaparición forzada de los viejos indicando posibilidades de años de vida, acercándonos a la muerte, y de esta forma, intimidando a esos seres para que se apaguen prontamente, excluyéndolos. ¿Es que usted nunca se ha sentido así? marginado por estas mega-empresas.
Esos místicos directores y dueños que habitan en esas empresas, y que predicen la llegada de la muerte a los viejos, son el legado de los Piñera Echeñique.
Los demás, tal vez, preferimos seguir siendo mocosos, y de esa esperanza sensible reconstruir la historia de la verdad y la justicia, para que a todos nos alcance. Pero, lo que no dejaremos es que esos sigan enriqueciéndose a costilla nuestra.
Lo que contenemos en nuestro interior es una experiencia política-colectiva dispuesta a emerger, y que ayude a sofocar, a terminar la impostura de la derecha en donde pocos han querido adherir, pero cuidado igual conservan mucho poder.
El umbral de lo intolerable debe ser dejado por la ciudadanía, ¡Es hora!
Por Sergio Reyes
Periodista
Santiago de Chile, 23 de mayo 2017
Crónica Digital
La Sra. Lagarde , presi del FMI dijo alguna vez ,que el problema de la economía era que somos demasiados los viejos que seguimos vivos y tal vez así lo piensen las AFP también , a menos viejos a pagar ,más platita a sus bolsillos y dirán que es «una ley de la economía».