La Cordillera de los Andes bordea a casi toda la capital de Chile pero pocas veces tiene un contacto directo con la población, como pretende ahora la ruta patrimonial Río Olivares-Gran Salto.
Fue entregada en concesión gratuita por 20 años a la Fundación Sendero Chile por el ministro de Bienes Nacionales, Víctor Osorio, feliz de poner en función del beneficio público un sitio ubicado a 86 kilómetros al noroeste de Santiago.
Se trata de un interés del Gobierno de la presidenta Michelle Bachelet de, en este caso, generar un espacio relevante para la investigación y la conservación de la biodiversidad y el patrimonio andino en la zona central de Chile, destacó Osorio.
Jóvenes senderistas invitados por el Ministerio de Bienes Nacionales, algunos pobladores de la zona y funcionarios se dieron cita en la sencilla ceremonia mediante la cual Sebastián Infante recibió los documentos oficiales de la concesión.
Infante, director ejecutivo de Sendero Chile, explicó a Prensa Latina que con este paso se hace realidad un sueño de hace más de cuatro años y realizado con la administración de Bachelet.
«Es un área limítrofe con Argentina, rodeada de cerros y valles, con el Gran Salto del río Olivares que ofrece la posibilidad de integrar a los santiaguinos a su entorno de los Andes Centrales», comentó.
Tendremos senderismo de 28 kilómetros, con acento en un tipo de turismo ambiental, educativo, y la posibilidad de acoger hasta 50 personas en el Domo, donde se elaborarán las comidas, y estarán las comodidades mínimas para los acampados, precisó.
En la época actual, predomina el calor y las jornadas soleadas, pero la mayor parte del año las nevadas invernales dejan su blancura sobre cerros y montañas. Son abundantes los cóndores, perdices, golondrinas y a veces pumas.
El ministro Osorio detalló que el inmueble fiscal, como se denomina la ruta patrimonial del Cajón del Maipo, tiene una superficie de 116,50 hectáreas, más seis anexas que conjunto suman 96,01 hectáreas adicionales.
Cuatro formaciones de vegas y arbustos de origen desértico dominan las laderas montañosas, junto con el hermoso paisaje de la cuenca del río Olivares con variadas geoformas derivadas de la tectónica de placas y un complejo sistema de fallas.
Será bueno para la zona, porque con el cambio climático y el derretimiento de los glaciares nada es igual por aquí y necesitamos no perder los regalos que nos da la naturaleza, indicó a Prensa Latina un poblador de la comuna.
Por Fausto Triana
Santiago de Chile, 16 de enero 2015
Crónica Digital / PL