A Fujimori no le falta audacia, imaginación ni recursos para escapar de prisión y abandonar Chile, afirmó Alfredo Etcheberry, quien representa a Lima en el proceso que lleva el magistrado de la Corte Suprema, Orlando Alvarez.
El controvertido ex presidente (1990-2000), hijo de japoneses, abandonó el gobierno como resultado de un sonado escándalo de corrupción y se mantuvo en el país asiático hasta el 6 de noviembre pasado en que arribó sorpresivamente a Santiago.
Pocas horas después de su llegada fue arrestado a solicitud de las autoridades peruanas con fines de extradición, y recluido en la Escuela de Oficiales de Gendarmería, al sur de esta capital, bajo fuertes medidas de seguridad.
Etcheberry manifestó personalmente sus temores al magistrado Alvarez. «Es un temor bastante fundado. Ya lo he dicho más de una vez por la forma tan extraordinaria como Fujimori se fugó del Perú siendo su presidente y después por la forma en que llegó a Chile», apuntó.
«Fue tan sorpresiva, tan misteriosa, y a espaldas, o por lo menos, sin que nadie supiera nada oficialmente en Japón, ni en México, ni en Perú, ni en Chile», insistió el abogado.
Por su parte, el defensor de Fujimori, Gabriel Zaliasnik, afirmó que no es una prioridad por ahora lograr su libertad provisional, sino que quieren privilegiar los temas de fondo en el proceso de extradición.
El ex gobernante pretende regresar a Lima para participar en la campaña presidencial que tendrá lugar en el vecino país el próximo abril, aunque su candidatura fue prohibida por el Congreso peruano.
En tanto, organismos de derechos humanos que representan a familiares de las víctimas de las matanzas de Barrios Altos y de la Universidad Estatal de «La Cantuta» pidieron a la Corte Suprema que acepten su inclusión como parte querellante en el proceso.
El pedido fue desechado por el juez Orlando Alvarez.
Santiago de Chile, 10 de enbero 2006
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