Entre las principales razones citadas se encuentra el hecho de que China puso en práctica un potente plan de obras públicas para garantizar la realización de los Juegos Olímpicos 2008, y para impulsar el desarrollo del oeste del país en materia de urbanización.
En ambos casos esto implicaría la instalación de miles de kilómetros de tendido eléctrico y cañerías, según el estudio de un grupo de expertos encabezado por la ingeniera comercial de la Universidad Federico Santa María (USM), Fabiola Díaz.
Los resultados coinciden con opiniones de otros especialistas en que la demanda del país asiático se mantendrá al alza, sustentada en la necesidad del mineral para áreas como construcción, transmisión eléctrica y fabricación de electrodomésticos, entre otros.
China es uno de los principales motores de demanda del cobre, con el seis por ciento del consumo mundial en los últimos trece años, una buena noticia para Chile, que todavía mantiene una atávica dependencia de las exportaciones de materias primas.
Para la profesional existen además otros factores significativos que explican esta tendencia. Uno de ellos, que China posee una gran capacidad instalada de fundición y refinación, muy superior a lo que produce.
Esta infraestructura -afirma- ha tentado al 70 por ciento de las industrias a nivel mundial dedicadas a la fabricación de cables eléctricos de cobre a instalarse allí, lo que ha aumentado la necesidad de satisfacer la demanda para mantener funcionando esas instalaciones.
De acuerdo con el estudio, la estimación de 10 años se hizo tomando en cuenta que las potencialidades y necesidades del gigante asiático no variarán a menos que se produzca un cambio demasiado drástico e imprevisto.
Por ello, más allá de algunas coyunturas de corto plazo que puedan aparecer en el período, las demandas para el crecimiento, industrialización y desarrollo tecnológico de ese país mantendrán en alto sus índices económicos y, por ende, su necesidad de materias primas.
China es en la actualidad el principal consumidor de cobre del mundo con 3,5 millones de toneladas, sobre una demanda mundial que supera las 16 millones de toneladas. Como su producción alcanza apenas a 500 mil, la diferencia debe satisfacerse con importaciones.
Por otra parte, la fuerte demanda china ha provocado la reducción de inventarios en las principales Bolsas de Metales del mundo lo que ha presionado el precio del cobre, que alcanza en la actualidad cifras sin precedentes en la historia.
Para Chile, cuyas exportaciones del metal rojo alcanzan el 40 por ciento del total de sus envíos al exterior, y el alto valor de esta materia prima implica mejores expectativas macroeconómicas.
Todo esto se traduce en más entradas de divisas, un mayor gasto fiscal, inversión, producción y empleo, además de la realización de nuevos proyectos de exploración e inversión minera.
Para la experta, la existencia de un Tratado de Libre Comercio con China permitirá eventualmente a Chile exportar también tecnología, que en esta área ha logrado un fuerte desarrollo a nivel mundial, y a la estatal CODELCO ampliar la producción en otros rubros vinculados al sector.
Finalmente, Díaz advierte que es importante que el aumento del precio del cobre continúe en forma leve, de manera que este mineral no se encarezca demasiado y produzca una carrera por buscar un sustituto que finalmente provoque la desaparición de la industria.
Santiago de Chile, 16 de abril 2006
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