Entre las medidas propuestas destaca la facultad de poder invertir en el exterior el 100 por ciento de los dos fondos del cobre -que se fundirán en un uno nuevo de Estabilización Económica y Social- y de la Reserva de Pensiones, que se perfeccionará a través de esta normativa.
La iniciativa incorpora también al proyecto la posibilidad de permitir al Fisco hacer aportes de capital al Banco Central.
Según indicó el ministro de Hacienda, Andrés Velasco, el Estado podrá contratar un administrador de dichos fondos a través de una licitación, en formas que se definirán más adelante.
«Lo que hemos hecho es establecer varias normas, de rendición de cuentas, de auditorías, de licitaciones, precisamente para que los ciudadanos tengan la garantía total de que estos fondos serán administrados de modo de garantizar seguridad y rendimiento», señaló.
Las indicaciones tienen por objeto complementar la criticada política fiscal basada en el balance estructural que, según el gobierno, da estabilidad en el tiempo al gasto social y permite efectuar una estrategia fiscal contracíclica.
Uno de los dos fondos corresponde a una reserva para el aumento de las pensiones. La totalidad de esos fondos, así como el otro, denominado de Estabilización Económica y Social, podrán ser invertidos en el exterior en instrumentos de renta fija, excluyendo las acciones.
Los mayores recursos que el fisco recaudará estarán también destinados a capitalizar el Banco Central, para sanear esa institución, que durante la dictadura de Augusto Pinochet debió hacer millonarios aportes para evitar la quiebra durante una crisis económica en 1982.
Consultado por la agencia de noticias Prensa Latina, el economista Hugo Fazio opinó que el conjunto de medidas anunciadas por el gobierno se reducen en lo fundamental al uso de los excedentes fiscales acumulados por la cotización del metal rojo.
En este caso -dijo- se reitera el ahorro de esos recursos tanto en el país como en el exterior para no afectar la paridad, con la novedad de que ahora se informará trimestralmente dónde están colocados los recursos acumulados.
Resaltó que la iniciativa mantiene inmodificada la regla del superávit fiscal estructural dejada como herencia por Nicolás Eyzaguirre, titular de Hacienda durante el gobierno de Ricardo Lagos (2000-2006).
«De esta manera se renuncia a utilizar en forma activa los excedentes acumulados destinando parte de ellos a mejoramientos sociales o a enfrentar urgentes necesidades de desarrollo», precisó.
Santiago de Chile, 3 de Mayo 2006
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