Unos cinco mil ex choferes y ayudantes que piden se les pague sus beneficios adeudados bloquearon desde las 00:00 horas del lunes pasado los ingresos a todas las instalaciones de Coca-Cola en Venezuela.
Los ex empleados argumentaron que durante meses estuvieron negociando con la transnacional si resultados, tras lo cual les dieron un plazo para cumplir las demandas, el cual fue incumplido.
Coca-Cola argumenta que los choferes y ayudantes no eran empleados, sino colaboradores, figura inexistente en la legislación nacional, según expresó a Prensa Latina la diputada y dirigente sindical, Marcel Máspero.
El bloqueo provocó el rechazo de un sector de los actuales trabajadores de la firma, por considerar que afecta sus intereses y las negociaciones en marcha de un convenio colectivo.
Por tal motivo, representantes de la empresa pidieron a la comisión parlamentaria de Desarrollo Social del Parlamento que intervengan en el conflicto e hicieron similar petición a la Vicepresidencia de la República.
Máspero y la también diputada Iris Varela insisten en la necesidad de la solidaridad gremial con los ex empleados y han sugerido la posibilidad de expropiar la empresa si no cumple con las regulaciones laborales.
«El fondo de este tema tiene que ver con la agresión de una empresa transnacional que para nosotros expresa la lucha de clases en el país y el enfrentamiento con el imperialismo», expresó Máspero.
El conflicto paralizó la producción y distribución de Coca-Cola y voceros de la firma reconocieron que sus productos comenzaron a escasear en algunas regiones del país sudamericano.
Asimismo indicaron a medios de prensa que pidieron a las autoridades intervenir para solucionar el conflicto, mientras los ex empleados aseguran mantendrán la protesta hasta recibir los beneficios adeudados.
Caracas, 26 de octubre 2006
Prensa Latina , 0, 88, 4