La pesquisa sería paralela e independiente a la iniciada por el juez Juan González, a cargo provisionalmente de la causa Riggs que investiga el magistrado Carlos Cerda, indica el diario semioficial La Nación, citando fuentes judiciales.
La determinación del CDE fue comunicada la víspera a González por la procuradora fiscal de Santiago, María Teresa Muñoz, el jefe del Departamento de Tráfico y Lavado, Hernán Peñafiel, y el abogado Alfredo Larreta, durante una reunión sostenida en los tribunales.
De acuerdo con la publicación, el CDE no ha descartado la posibilidad de que funcionarios de ese órgano estatal viajen a Alemania y China para seguir adelante con la indagatoria, pese al desmentido del banco de Hong Kong.
La presunta existencia de un cargamento de nueve toneladas de oro depositadas en la ex colonia británica surgió la pasada semana a partir de un grupo de certificados entregados por un broker norteamericano al consulado de Chile en Los Angeles (Estados Unidos).
La información, publicada aquí por dos medios nacionales, desató una fuerte controversia luego que el ministro del Exterior, Alejandro Foxley, afirmó que las fuentes que obtuvieron y entregaron los documentos a las autoridades chilenas eran confiables.
Un día después, voceros del Hong Kong Shanghai Bank Corporation (HSBC), entidad donde presuntamente estaría el depósito, declararon que los documentos eran falsos y el nombre del ex dictador chileno no aparecía entre los clientes del banco.
Tanto González como los abogados querellantes en la causa por las cuentas secretas de Pinochet en el banco norteamericana Riggs consideraron, no obstante, que era preciso verificar la información por los canales judiciales.
Esta no sería la primera vez que el CDE lleva adelante indagatorias de este tipo fuera del territorio nacional.
En el proceso que sigue el Segundo Juzgado del Crimen de Santiago por el pago de millonarias comisiones en la compra de los aviones Mirage en 1995 -relacionada también con el Riggs-, el organismo envió a Bélgica en 2003 a la abogada Blanca Alarcón para indagar.
El valor del depósito en oro sería superior a los 180 millones de dólares, según los documentos, que habrían sido certificados en una notaría de Alemania.
La investigación iniciada por el juez González tiene como objetivo no sólo verificar si son falsos o no los documentos, sino también -en el caso que lo fueran- quienes y por qué urdieron la intriga en la cual fue involucrado el gobierno chileno.
Para muchos, conociendo las atrocidades cometidas por el ex gobernante de facto, nada que tenga relación con él -por muy absurdo que parezca- debe ser puesta en duda.
Por otra parte, el hecho de que el depósito se realizara en 1980 -según los documentos-, en medio del entonces peligro de guerra entre Chile y Argentina, no parecería descabellado que Pinochet optara por sacar lingotes de oro de las bóvedas del Banco Central.
Santiago de Chile, 1 de noviembre 2006
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