Con exquisita puntualidad, Sarkozy (52 años) llegó en automóvil al Palacio del Elíseo a las 11 de la mañana hora local, donde después de saludar a la guardia republicana, se encontró con Chirac (74 años).
Ambos dirigentes completaron a puertas cerradas el traspaso de poderes, incluida la entrega al mandatario electo del código secreto del arma nuclear, mientras numeroso público se apostaba en las inmediaciones de la elegante sede de los dignatarios franceses.
En el Elíseo, ubicado en las cercanías del emblemático Arco de Triunfo de París, diversas personalidades aguardaron en la Sala de Fiestas por el anuncio oficial de Jean Louis Debre, presidente del Consejo Constitucional, de la asunción de Sarkozy.
La era Sarkozy comienza signada por numerosas expectativas que van desde el temor a una visión radical y demasiado derechista de su mandato, hasta las esperanzas de que se convierta en un reformador capaz de devolver la bonanza económica al país.
El ex ministro del Interior, abogado de profesión, hizo realidad este miércoles el sueño de su vida después de sortear una serie de obstáculos, para terminar con una victoria inobjetable en la segunda ronda de los comicios el pasado 6 de mayo.
Aunque derrotó a la socialista Ségoléne Royal y desbarró de la izquierda durante la campaña electoral, Sarkozy pretende formar una administración de carácter pluralista con algunas figuras de otras tendencias políticas en su gabinete.
De esa forma quiere asegurarse de otro triunfo contundente en las venideras citas con las urnas para la formación de la nueva Asamblea Nacional el 10 y el 17 de junio.
En unas horas, Sarkozy partirá hacia Berlín, donde sostendrá conversaciones y cenará con la Canciller Federal de Alemania, Angela Merkel.
Por Fausto Triana
Paris, 16 de mayo 2006
Prensa Latina , 0, 73, 2