Los dichos del Senador Arancibia son una falta de respeto para la Presidenta de la República, pues lo que debió vivir, junto a su familia, durante la Dictadura, no tiene parangón ninguno con la de un sujeto acusado de alevosos asesinatos y prófugo de la justicia, dijo Muñoz.
Asimismo, para el parlamentario socialista las expresiones del ex Comandante en Jefe de la Armada constituyen una falta de respeto para las víctimas de violaciones a los derechos humanos, pues a su juicio no cabe confundir la situación de quienes vieron afectados sus más elementales garantías con la de sus victimarios.
Quienes permanecieron en la clandestinidad durante la Dictadura lo hicieron porque vieron peligrar sus vidas, ante un aparato de muerte creado desde el Estado, financiado con recursos públicos y frente la absoluta inercia de los Tribunales de Justicia. El Señor Iturriaga, en cambio, se encuentra juzgado en una democracia, con todos sus derechos absolutamente garantizados, incluso al punto de poder cumplir eventuales condenas en cárceles especiales, precisó.
Agregó que lo afirmado por el Senador Arancibia en el sentido que durante la Dictadura los opositores pasaban a la clandestinidad porque estimaban que el Gobierno Militar no daba garantías es una burla para miles de chilenos. ¿Se olvida que en Chile hubo unos 3000 muertos y miles de presos políticos y torturados?, le consultó Muñoz.
Eso no era una suposición, no era una estimación personal, carente de fundamentos, el peligro para la vida era un hecho concreto, tangible, indesmentible afirmó el Senador PS – al tiempo que recomendó a su colega la lectura de los informes de las Comisiones Rettig y Valech.
El legislador socialista emplazó, además, a la Unión Demócrata Independiente a hacerse cargo de los dichos de Arancibia y pronunciarse acerca de si defienden institucionalmente la situación del Iturriaga Neumann o respaldan el accionar de la Justicia. Varios de sus parlamentarios ya han declarado que solidarizan con la situación de este prófugo de la justicia y sería bueno que el país conociera si la colectividad opositora coincide o no con estas expresiones de sus parlamentarios, culminó.
Valparaíso, 6 de julio 2007
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