A lo largo del país, pero especialmente en el vecino puerto de Valparaíso, hubo grandes espectáculos de fuegos artificiales y los chilenos brindaron con lo que podían, desde champaña hasta vino suelto, y también con comidas típicas, todos en familia.
Prevaleció, según la situación de cada familia, al menos un sentimiento de alivio con el arribo del nuevo año.
Los masivos actos pirotécnicos (en Valparaíso fueron detonados 20 mil explosivos ante un millón 300 mil personas) sirvieron para hacer balances y proyecciones en un país que terminó el 2006 envuelto en polémicas políticas y un debate sobre el «Pinochetismo sin Pinochet».
La presidenta Michelle Bachelet, cuya gestión es aprobada por el 58,9 por ciento de los chilenos, según la última encuesta del 2006, pasó el Año Nuevo en Valparaíso, desde donde envió un tradicional mensaje de tono optimista.
Bachelet destacó la baja en el desempleo, el aumento de pensiones y nuevos avances en la salud.
Sostuvo que los chilenos están «en un gran momento.. tuvimos avances sustantivos en garantizar mejor calidad de vida, un muy buen nivel de empleo, más oportunidades y mejores condiciones sociales para toda nuestra gente, en especial para los adultos mayores y para nuestros niños y niñas».
Sin embargo, hizo un llamado a la unidad y a la tolerancia con «el que piensa distinto» al plantear: «mi anhelo es que seamos más integrados, más tolerantes, con más y mejores oportunidades».
«La mejor forma de reencontrarse es en torno a las grandes tareas que nos benefician a todos», señaló al anunciar como prioridades este año la Reforma Previsional -que ya ha tenido resistencias- y la Reforma de la Educación.
En alusión a numerosas denuncias, con desmentidos, réplicas y polémicas, sobre la corrupción, que pusieron en crisis a algunos sectores políticos, dijo que su gobierno seguirá «trabajando con mucha fuerza tras nuestra agenda pro probidad».
Pero, luego de los festejos y las reflexiones, los chilenos se aprestan a vivir el 2007 con no pocas dudas.
Según analistas políticos que siguen la marcha del proceso chileno, las medidas que se tomen en los primeros días del 2007 pueden ser claves para definir el rumbo de Chile sin Pinochet.
Santiago de Chile, 1 de enero 2007
Crónica Digital/PL , 0, 29, 3