El uso de un tratamiento farmacológico combinado para el cáncer de ovario recidivante mostró mejorías significativas, según se informó el día de hoy en el congreso anual de la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO) (resumen # 5500 dado a conocer en el congreso). Se trata del primer estudio sobre cáncer de ovario que usa una combinación de medicamentos que se pueden tomar por vía oral. La combinación farmacológica se evaluó en un estudio de fase I y posteriormente en un estudio clínico aleatorizado de fase II patrocinado por el Instituto Nacional del Cáncer (NCI), que es parte de los Institutos Nacionales de la Salud.
El estudio comparó la actividad de una combinación del fármaco olaparib, que bloquea la reparación del ADN, y el cediranib, que inhibe la formación de nuevos vasos sanguíneos, frente al tratamiento realizado solo con olaparib. Los resultados del estudio mostraron casi el doble de supervivencia sin evolución (el período de tiempo durante el tratamiento y después del mismo en que el cáncer no empeora) como resultado de la terapia combinada, en comparación con el uso del fármaco solo.
“Los hallazgos de este estudio son de gran interés porque respaldan la idea de que la combinación de estos dos tratamientos dirigidos por vía oral tiene como resultado una actividad significativa en el cáncer de ovario, más que cuando el tratamiento se hace solo con olaparib”, dijo la doctora Joyce Liu, investigadora principal y oncóloga del Centro de Cánceres de la Mujer Susan F. Smith en el Dana-Farber Cancer Institute de Boston. “Esperamos tener la oportunidad de continuar explorando esta combinación en el tratamiento del cáncer de ovario y posiblemente aumentar las opciones de una terapia eficaz para nuestras pacientes con este tipo de cáncer”.
Cada año se diagnostican más de 22 000 de casos de cáncer de ovario en Estados Unidos. Setenta y cinco por ciento de los cánceres se clasifican como de tipo seroso de grado alto, las mujeres tienen un estadio de la enfermedad más avanzado cuando se determina el diagnóstico y sus tumores son de mayor malignidad. Entre estos tumores de alto grado, cerca de tres cuartos de pacientes responden al tratamiento inicial, pero en casi todos los casos hay recidiva y es necesario hacer un tratamiento de seguimiento. Ese tratamiento se basará en la respuesta de los cánceres a tratamientos previos y los casos se han organizado en dos categorías según la respuesta de las pacientes a los tratamientos con quimioterapia que incluyen platino:
- Sensible al platino: estas pacientes posiblemente tendrán un mayor beneficio con el inhibidor de Poli-ADP ribosa polimerasa (PARP). Los inhibidores de PARP, como el olaparib, son fármacos de acción dirigida que bloquean una enzima que participa en muchas de las funciones celulares, incluida la reparación del ADN dañado.
- Resistente al platino: estas pacientes cuya enfermedad ha recidivado en un lapso de seis meses después de completar la quimioterapia estándar (con los fármacos cisplatino o carboplatino) son, en general, menos receptivas a tratamientos subsiguientes y no han tenido buenos resultados con los inhibidores de PARP. Actualmente reciben tratamiento de quimioterapia sin platino, con agentes únicos, con o sin el fármaco inhibidor de la formación de nuevos vasos sanguíneos llamado bevacizumab.
Un antiangiogénico, o inhibidor de la formación de nuevos vasos sanguíneos, llamado cediranib (que inhibe una proteína denominada VEGFR) y olaparib, un inhibidor de PARP, se usan a nivel clínico para el cáncer de ovario recidivante. Estudios de laboratorio preclínicos hacen suponer que estos agentes aumentan y mejoran la actividad uno del otro, y los resultados de un estudio inicial de fase I indicaron que la combinación de cediranib y olaparib fue bien tolerada y tuvo efectos secundarios mínimos.
Por esta razón, 90 pacientes de nueve centros se asignaron en forma aleatoria a uno de los dos grupos del estudio clínico de fase II: en el primer grupo las pacientes tomaron cápsulas de olaparib (400 miligramos [mg] dos veces al día), y en el otro tomaron una combinación de los dos fármacos (200 mg de olaparib en cápsula dos veces al día y 30 mg de cediranib en pastilla una vez al día). Los grupos del estudio se estratificaron según la presencia de la mutación génica del BRCA y si las pacientes habían recibido tratamiento previo con antiangiogénicos. El gen BRCA es uno de los genes mutados más comunes en el cáncer de seno (mama).
Las pacientes, cuya mediana de edad fue 58 años, se inscribieron entre octubre de 2011 y junio de 2013. Hasta marzo de 2014, la mediana de supervivencia sin evolución fue 9,2 meses para las pacientes que recibieron olaparib y 17,7 meses para las que recibieron la terapia combinada, lo cual es una ventaja significativa. El índice general de toxicidad fue más elevado en las pacientes que recibieron la terapia combinada. Fatiga, diarrea e hipertensión fueron los efectos tóxicos más frecuentes, y todos fueron controlables.
“Se debe destacar en particular el hecho de que los dos fármacos que se usaron en este estudio son administrados en forma de pastilla y podrían ser una alternativa a la quimioterapia intravenosa”, explicó la doctora Percy Ivy, jefa asociada de la División de Investigación Clínica de Medicamentos del NCI (NCI’s Investigational Drug Branch). “Por lo tanto, este tratamiento combinado podría usarse en cualquier lugar del mundo donde se pueda controlar en forma segura los efectos secundarios producidos por olaparib y cediranib, como la diarrea y la hipertensión”.
A partir de estos resultados, se están planificando dos estudios de fase 3 con pacientes que padecen cáncer de ovario sensible al platino y resistente al platino; estos estudios los llevará a cabo uno de los nuevos Grupos de la Red Nacional de Estudios Clínico del NCI, el Grupo Oncológico NRG (que antes estaba constituido por 3 grupos cooperativos: el Proyecto Nacional de Cirugía Adyuvante de Seno y de Intestino (NSABP), el Grupo de Oncología y Radioterapia (RTOG) y el Grupo Oncológico Ginecológico (GOG).
Este estudio fue financiado por el NCI y recibió fondos complementarios del Recovery Act.
Fuente: www.cancer.gov
Santiago de Chile, 4 de junio 2014
Crónica Digital