Fuerzas gubernamentales iraquíes intentaron recuperar hoy el poblado de Alqaim, un punto estratégico de la frontera con Siria que extremistas sunnitas tomaron mientras extendieron su ofensiva, pese a la movilización de miles de voluntarios chiitas.
Al menos 30 efectivos de las fuerzas de seguridad murieron en choques con milicianos del Estado Islámico de Iraq y el Levante (EIIL), sin lograr dominar la mencionada localidad situada en el cruce limítrofe con Siria en la provincia de Al-Anbar, a unos 400 kilómetros al noroeste de Bagdad.
El portavoz militar del primer ministro Nouri Al-Maliki, Qasim Atta, reconoció que el Ejército y las fuerzas de seguridad, apoyados por voluntarios chiitas, mantenían este sábado enfrentamientos esporádicos en el distrito de Alqaim, que cayó esta mañana en manos de los fundamentalistas.
Los progubernamentales están situados en la zona oriental del poblado, altamente valorado por su ubicación y por disponer de un gran caudal de agua del río Eufrates menos saturada de sal y minerales, y, por extensión, de unas de las tierras más fértiles de Iraq.
El empuje de los «takfiristas» del DAESH, como denominan en árabe a los extremistas sunnitas y al EIIL, alcanzó igualmente la región entre Babilonia y Bagdad, aunque las tropas regulares infligieron hoy cinco bajas fatales a los insubordinados cuando intentaban cortar la carretera en esa zona.
Una fuente del Consejo de gobierno provincial de Babel informó que siete obuses de mortero impactaron en inmediaciones de un punto de control militar en Muilah, del distrito de Jurf al-Sakar, unos 45 kilómetros al noroeste de Hilla, la cabecera de esa demarcación situada 100 km al sur de Bagdad.
El ataque confirmó las sospechas de que el EIIL intensifica sus operaciones en la zona aledaña a la capital, a la par que se afianza en la frontera con Siria y en las ciudades de Mosul y Tikrit, capitales de las provincias de Nínive y Salaheddin, respectivamente.
Asimismo, el jefe de la policía de Diyala, mayor general Jamil Al-Shammari, indicó que desde anoche se producen escaramuzas en otra carretera del noreste de Baquba, con saldo de 15 elementos del DAESH muertos y la incautación de armamento pesado y vehículos artillados de los insurgentes.
La situación, entretanto, presagia un rebrote de las tensiones sectarias a raíz de fricciones entre milicianos turkmenos residentes en la norteña ciudad petrolera de Kirkuk y fuerzas Peshmerga kurdas que la ocuparon la semana pasada tras el repliegue en desbandada de la policía y el ejército.
En Bagdad la tensión sectaria quedó patente en el desfile militar de miles de chiitas leales al clérigo radical Muqtada Al-Sadr que revivieron el hasta ahora poco activo Ejército Mehdi, conocido por su fuerte enfrentamiento a las tropas ocupantes estadounidenses años atrás.
Aunque Al-Sadr es rival político del también chiita Nouri Al-Maliki, respondió al llamado del líder espiritual de esa comunidad, Gran Ayatolah Alí Al-Sistani, para enrolarse como voluntarios en la defensa del país y de lugares sagrados, incluidas las ciudades santas de Karbala y Najaf.
Bagdad, 21 de junio 2014
Crónica Digital / PL