Por Manuel Riesco: EL INFORME ENGEL

El Informe Engel ha ayudado a la Presidenta a proponer al país un camino de recuperación de la confianza en sus instituciones, puesto que aborda los asuntos principales requeridos para ello. Reconoce la gravedad de la actual situación y llama a todos a asumirla plenamente, manifestando que quienes han incurrido en prácticas ilegales deben ser sancionados y que todas las faltas a la ética política y empresarial merecen ser repudiadas.

Sugiere que el país aborde sin demora el difícil proceso de alcanzar consensos mayoritarios respecto de una nueva Constitución, sin lo cual otras medidas específicas pueden perder legitimidad. Propone democratizar el sistema de financiamiento electoral y partidos políticos y hacer más competitivo el funcionamiento de los mercados, para evitar los abusos derivados de la influencia desmedida que los grandes poderes económicos ejercen hoy sobre ambos. Para imponer estas normas, recomienda reforzar las capacidades del Estado y hacer más profesional e independiente el servicio público. Las propuestas específicas del informe pueden servir como una base importante para que el Ejecutivo prepare los proyectos de ley que deberán abordar estas materias, aunque por cierto no tienen ni pueden tener la pretensión de constituirse en el articulado de los mismos.

La Presidenta de la República ha recibido el informe del Consejo Asesor Presidencial contra los Conflictos de Interés, el Tráfico de Influencias y la Corrupción, más conocido por el nombre del distinguido ingeniero Eduardo Engel, quien lo ha presidido con corrección y eficiencia. Las solemnes ceremonias republicanas de constitución del Consejo y presentación de sus resultados, así como el discurso de su presidente en esta ocasión, los pronunciados por la Presidenta de la República en ambas ceremonias y muy especialmente, su alocución al país el día 28 de abril, poseen la altura requerida para iniciar la superación de la crisis política en curso.

El informe se inicia con un diagnóstico que, en lenguaje reflexivo y sereno, reconoce la gravedad de la situación y llama a que ésta sea asumida plenamente por todos, expresando que quienes hayan incurrido en prácticas ilegales, tanto en el ámbito público como en el privado, deben ser investigados y sancionados de modo adecuado, y que todas las prácticas reñidas con la ética deben ser repudiadas. Esa es la condición previa e indispensable para la recuperación de la confianza en las instituciones.

El Consejo manifiesta seguidamente y de modo unánime, que el país debe iniciar sin demora el tránsito que le permita alcanzar un consenso mayoritario respecto de los contenidos de una nueva Constitución y, previamente, acerca las vías para lograrlo. Advierte que los desacuerdos que hoy prevalecen al respecto no pueden ser óbice para iniciar este proceso, puesto que el debate sobre el cambio constitucional es de un rango más elevado que los demás y si no se aborda debidamente, el
resto de las medidas propuestas corren el riesgo de perder legitimidad.

A continuación, el informe propone democratizar significativamente el sistema de financiamiento de la actividad política, prohibiendo los aportes de empresas y limitando el monto de las donaciones privadas a partidos y campañas, las que propone sean públicas, a excepción quizás de aquellas de montos bajos, para estimular las cuales sugiere, en cambio, un aporte público complementario. Como contrapartida, sugiere aumentar en forma importante el financiamiento público a los partidos, a los cuales exige, por otra parte, darse normas de funcionamiento interno que reconozcan derechos democráticos de sus militantes al menos similares a los que ellos gozan en su condición de ciudadanos. En menor medida, aumenta también el financiamiento público de las campañas, cuyos límites de gasto por otra parte restringe, prohibiendo además sus formas más costosas y, particularmente, todo tipo de regalos de candidatos a sus electores, los que asimila a otras tantas formas de cohecho. Sugiere aumentar las sanciones a la violaciones de estas normas, llegando en los casos más graves hasta la pérdida de escaños parlamentarios y otros cargos de elección popular a nivel regional y municipal, así como del reconocimiento legal en el caso de los partidos.

Paralelamente y en un nivel de importancia equivalente al anterior, se proponen medidas que mejoren efectivamente la competitividad de los mercados y aumentar las penas a quienes las infrinjan. En conjunto con las propuestas de democratización del financiamiento de elecciones y partidos, estas sugerencias buscan limitar la posibilidad que grandes intereses económicos puedan continuar abusando de posiciones dominantes en uno y otro ámbito.

De modo consecuente con lo anterior, se sugiere reforzar significativamente las capacidades del Estado para fiscalizar e imponer el acatamiento de estas normas, en particular, las del Servicio Electoral y Tribunal de Elecciones y las instituciones que supervisan el comportamiento de empresas y personas en los mercados. En forma unánime, Consejo sugiere avanzar hacia un mayor profesionalismo e independencia del servicio público en general.

El informe contiene un cúmulo de propuestas específicas que apuntan en las direcciones señaladas, las cuales pueden servir como base importante para la elaboración de los proyectos de ley que aborden estas materias, desde luego,  sin pretender que se transfieran directamente al articulado de las mismos.  Ello no correspondería, puesto que el Consejo no representa a la ciudadanía, como ha escrito una de sus miembros. Adicionalmente, el tiempo de elaboración ha sido breve y sus miembros no dominan este oficio específico, por lo cual inevitablemente sus sugerencias presentan niveles de detalle muy diverso en los variados ámbitos que abordan, y no ha sido posible verificar a fondo la consistencia del conjunto de ellas con el nivel de precisión indispensable para preparar un proyecto de ley.

Por un imperativo de transparencia, parece importante que el propio Consejo advierta acerca de los sesgos que puede tener su trabajo, derivados de su propia conformación. Predominó en ésta la experiencia académica, profesional y de organizaciones de la sociedad civil, desde las cuales se sigue la actividad política desde una cierta distancia, la que puede aumentar cuando dicha actividad está sometida a un fuerte cuestionamiento.

Todo ello hace posible que el sesgo aludido pudiese verse reflejado en la forma de determinadas propuestas. Por ejemplo, en el afán de profesionalizar y otorgar más independencia al servicio público para que fiscalice adecuadamente el cumplimiento de las normas democratizadoras de la política y los mercados que se están proponiendo, lo que por cierto es acertado y loable, algunas sugerencias del informe pudieran estar exagerando la autonomía de determinados servicios del Estado respecto del poder político democráticamente elegido, y encargando su dirección, en cambio, a consejos que, por la forma en que se designan, pudieran terminar reflejando una suerte de binominalismo, lo que ciertamente sería antidemocrático.

Hechas estas prevenciones, el contenido del Informe Engel ciertamente puede ayudar a trazar un camino para que la inmensa energía que está liberando la crisis política en curso se canalice en una dirección de progreso para la institucionalidad del país.

Por Manuel Riesco, director de CENDA

Santiago de Chile, 29 de abril 2015
Crónica Digital

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.

Next Post

El PROCESO CONSTITUYENTE DEBE CULMINAR CON UNA ASAMBLEA CONSTITUYENTE

Mié Abr 29 , 2015
En el contexto de las políticas de probidad y transparencia propuestas por la Comisión Engel, la Presidenta de República anunció la realización de consultas, cabildos, debates y diálogos para preparar la nueva Constitución, iniciando formalmente el denominado proceso constituyente. Entendemos que con este anuncio, la Presidenta busca dar cumplimiento a su compromiso programático de escribir una nueva Constitución mediante un proceso participativo. Aspiramos a una metodología de alto estándar, en la que cada uno de estos rasgos se realice con parámetros acordados e informados previamente y que dicha participación no sea meramente consultiva. Por ello, en MarcaAC hemos sostenido que el mecanismo que asegura de mejor manera la participación ciudadana en el diseño de la nueva Constitución es una asamblea constituyente. Los procesos constituyentes son protagonizados por la ciudadanía. Es esta la que da forma al proceso constituyente pues sin ella este no existe.  Nuestra convicción y compromiso es trabajar para que el proceso constituyente que hoy se ha anunciado termine de una manera institucional, democrática y participativa: La mejor fórmula para ello es la asamblea constituyente. Muchas veces se ha dicho que la asamblea constituyente no es un mecanismo institucional. Vale la pena destacar que un mecanismo sin estándares adecuados, sobre todo en lo relativo al carácter vinculante, tampoco lo sería Por ello nos parece fundamental que sea la ciudadanía quien soberanamente defina mediante un plebiscito el mecanismo de diseño de una nueva Constitución. Una salida para ello es la propuesta de reforma constitucional que viabiliza dicho plebiscito, suscrita la semana pasada por 54 Diputados de la República. Hoy para quienes estamos por un diseño participativo de nuestra institucionalidad entendemos que, por parte del Ejecutivo, se ha anunciado el día de ayer el primer paso para nuestro anhelo de contar con una nueva Constitución De nosotros depende que esta sea escrita a través de una asamblea constituyente. Ello lo ganaremos en dialogo con nuestros representantes para que hagan suya esta demanda ciudadana y la ganaremos también con movilización social. Llamamos a la ciudadanía a debatir, dialogar, deliberar y movilizarse para que este sea un proceso  legítimo y donde prime la voluntad popular. Iniciativa Ciudadana por una Asamblea Constituyente «MarcaAC» Santiago de Chile, 29 de abril 2015 Crónica Digital 

Te puede interesar:

Las opiniones vertidas en este medio de comunicación no necesariamente representan el sentir de Crónica Digital y son de responsabilidad de quienes las emiten.

Crónica Digital, es un medio de comunicación social, republicano y comunitario. Fue fundado el 19 de abril del año 2005. Su objetivo periodístico es informar sobre los principales noticias de Chile, América Latina y el mundo.

El director de Crónica Digital es el periodista Marcel Garcés Muñoz.

Su representante legal y editor general es el periodista Iván Antonio Gutiérrez Lozano.

El editor nacional es el periodista Ramón Vargas Vega.

El editor cultura es el periodista Miguel Alvarado.

Corresponsal en La Habana, Cuba, Florencia Lagos N.

El asesor legal es el académico y abogado Sr. Pablo Méndez Soto.

Los principales asociados informativos de Crónica Digital son la Agencia Informativa Latinoamericana Prensa Latina , la agencia de noticias China, Xinhua y TV Brics.

En Chile, el medio electrónico El Maipo

Correo: cronicadigital@gmail.com
Dirección: Maturana 302 local 2
Santiago de Chile.

Desde el año 2005 Crónica Digital es parte de la Asamblea Nacional por los Derechos Humanos.

Crónica Digital es una marca registrada. Todos los derechos reservados.

Redacción Diario Crónica Digital
Fono: 950142601

Un café en una plaza con historia....

Maturana con Huérfanos
plaza Brasil,
Santiago de Chile.

La imagen tiene un atributo ALT vacío; su nombre de archivo es cafe-con-torta-900x675.jpeg