La selección boliviana de fútbol continúa hoy sus prácticas para la Copa América y el técnico Mauricio Soria prefirió la tranquilidad de Matagua, a 25 kilómetros de este famoso balneario.
La goleada por 5-0 que sufrió ante Argentina, en el único amistoso previo al debut ante México, el próximo viernes, no le gustó nada al seleccionador, quien buscó la tranquilidad del complejo deportivo donde se entrena el club chileno Santiago Wanderers para intentar poner a punta a la escuadra.
Al resguardo de la prensa y los mirones, Soria realiza su segunda práctica con la intención de encontrar la formación ideal, con el objetivo de avanzar a la segunda ronda de la lid, por un grupo en el cual casi nadie le da opciones de pasar más allá de la fase de grupos.
Solo un cuarto de hora tuvieron acceso los medios a la cancha y en los mismos apenas se pudieron observar algunos ejercicios y nada que pudiera revelar la formación que saltará al césped en el debut.
El técnico sabe que el revés ante la albiceleste dejó tocada a la Verde y su intención es devolverles la moral a los jugadores y preparar al dedillo el choque contra México, razón por la cual la prensa tendrá que conformarse con alguna declaración, porque no tendrá acceso a nada de lo que acontece al interior del campo de entrenamiento.
Incluso, desechó totalmente la idea de prepararse en algunas de las canchas que los organizadores pusieron a su disposición en Viña del Mar, las cuales visitó recientemente y les dio el visto bueno, lo mismo que el resto de su cuerpo técnico.
A Soria le dan miedo los espías y para eso nada mejor que la apartada Matagua y el campo del Wanderers, por demás muy bien cuidado y con un césped a la altura del más exigente de los entrenadores.
Incluso, para asegurarse de que nadie pueda observar los preparativos, la seguridad privada de la selección reforzó cualquier acceso al lugar, más allá de que la Policía de Carabineros también ejerce estrictos controles y ni la prensa ni los seguidores tiene opciones de adentrarse.
Tanto cuidado tiene Soria de que nada se filtre que los encargados de garantizar la seguridad custodian o velan los cerros vecinos para evitar que alguien pueda subir hasta ellos e intentar escudriñar lo que acontece en el campo de entrenamiento.
Todo, sin embargo, puede servirle de poco al técnico, si su equipo muestra la misma abulia defensiva que ante Argentina el sábado anterior, cuando el Kun Agüero, Angel Di María y Ezequiel Lavezzi dejaron en ridículo a todos los marcadores que utilizó Bolivia.
La selección llegará al partido inaugural ante México con más de tres semanas de trabajo, con todas sus piezas en perfecta forma física, pero con el fardo de haber terminado en la cola de las últimas eliminatorias suramericanas, en las cuales se definieron los boletos para la Copa Mundial de Brasil 2014.
Tampoco la benefician los resultados en los amistosos, a pesar de un empate ante Chile el año anterior en tierras chilenas, y mucho menos la historia, más allá de un título en Copa América, conseguido en una lid jugada en la altura de Bolivia, hace ya muchos años.
Tantos años hace de aquello que ninguno de los jugadores ni el entrenador había nacido entonces.
Para los seguidores de la escuadra boliviana consultados acá, avanzar más allá de la primera fase significaría un éxito, pero eso no lo garantiza ni el enclaustramiento de Soria, ni la tranquilidad de Matagua y mucho menos los controles policiales para evitar que sean observadas las prácticas.
Además de México, Bolivia enfrentará a Ecuador y Chile.
Viña del Mar, 9 de junio 2015
Crónica Digital / PL