Joaquín «El Chapo» Guzmán, prófugo jefe del cartel de Sinaloa se hizo un experto en la construcción de vías subterráneas para el transporte y almacenaje de drogas en México, afirma hoy el diario La Jornada.
En la década de los 90 comenzó a contratar arquitectos e ingenieros civiles para el diseño y elaboración de túneles en los que almacenaba droga o la pasaba a territorio de Estados Unidos desde casas en construcción ubicadas en ciudades fronterizas.
Así lo informaron funcionarios del gabinete de seguridad y de la Procuraduría General de la República sobre Guzmán, quien el sábado en la noche escapó del penal de alta seguridad El Altiplano, a través de un túnel de kilómetro y medio de extensión.
La mayoría de las propiedades que llegó a utilizar el capo criminal en México están conectadas entre sí mediante pasadizos subterráneos que tienen salida o desembocan en sistemas de drenaje público.
Ahora las autoridades investigan si algún funcionario de la Comisión Nacional de Seguridad (CNS), específicamente del Sistema de Prevención y Readaptación, pudo haber entregado a los abogados del líder del cartel de Sinaloa los planos de seguridad y de construcción del penal del Altiplano.
Entre los funcionarios retenidos (al menos 31) está el director del penal, cuyo nombre se mantiene bajo reserva por motivos de seguridad, así como los custodios asignados al turno del pasado sábado.
Según el plazo que marca la Constitución, los presentados rendirán declaración y antes de 48 horas- y hasta un plazo máximo de 96 horas, por tratarse de un caso ligado a la delincuencia organizada-, los agentes del Ministerio Público Federal definirán su situación jurídica.
En 2002, la Comisión Nacional de los Derechos Humanos (CNDH) emitió un informe sobre la situación de los penales en el país, en el cual concluyó que la cárcel del Altiplano, antes conocida como penal de Almoloya, «es el lugar más confiable para evitar fuga de reos».
México, 13 de julio 2015
Crónica Digital / PL