A 40 años de democracia, defendámosla como nos enseñaron las Abuelas y Madres de Plaza de Mayo y todos los que nos marcaron el camino, aseveró el presidente argentino, Alberto Fernández, en un mensaje por el fin de su gestión.
En un discurso transmitido por cadena nacional, el jefe de Estado realizó un balance de su mandato, iniciado en diciembre de 2019.
Entrego el gobierno en paz. Custodiamos las instituciones con convicción y compromiso. Confío en mi pueblo, en su madurez política y en su capacidad de defender y preservar los valores de la vida en común y cada uno de los derechos conquistados, afirmó.
Cuando los discursos de odio y la confrontación degradan el debate, deshumanizan la convivencia y espiralizan la violencia y la incertidumbre, quienes ocupamos lugares públicos tenemos la obligación de estar serenos y recuperar el diálogo, añadió.
Asimismo, recordó que el 10 de diciembre es el símbolo inapelable de un consenso democrático sostenido durante cuatro décadas y permite analizar los desafíos inconclusos.
Asumí el gobierno en una situación calamitosa, con altísimos índices de pobreza e inflación y una deuda que irresponsablemente tomó el gobierno que me precedió (el de Mauricio Macri). Esa es la principal causa de nuestra crisis social y económica. El acuerdo que firmamos con el Fondo Monetario Internacional hizo posible postergar pagos que jamás hubiéramos podido enfrentar, apuntó.
No obstante, consideró que Argentina es ahora un país mucho mejor: con más trabajo, obras de infraestructura, viviendas, industria, universidades, derechos para las mujeres y diversidades, desarrollo de la ciencia y la tecnología.
“Somos una nación inserta en el mundo con autonomía, que rechaza los hegemonismos, lucha por el multilateralismo y lidera la unidad de Latinoamérica”, dijo.
Por otra parte, indicó que durante su gestión debió enfrentar los efectos de la pandemia de la Covid-19, la guerra en Ucrania y una sequía que terminó con el 23 por ciento de las exportaciones y produjo una pérdida de 23 mil millones de dólares.
Sin embargo, la economía creció un 16 por ciento entre 2021 y 2022, el empleo lleva 37 meses de aumento ininterrumpido y la tasa de desocupación presentó niveles mínimos en términos históricos: 6,2. También eliminamos el Impuesto a las Ganancias para los asalariados, precisó.
Asimismo, resaltó la inauguración del gasoducto Néstor Kirchner, la creación de una vacuna propia contra la Covid-19 y el registro en 2021 del nivel más bajo de mortalidad infantil en este país: ocho por cada mil nacidos vivos.
Acompañamos las transformaciones reclamadas por el feminismo en las calles e hicimos historia al sancionar el Aborto Legal, Seguro y Gratuito. Con esa ley y la implementación de la Educación Sexual Integral alcanzamos, en apenas dos años, un descenso del 40 por ciento de la mortalidad materna por interrupción del embarazo, agregó.
También recordó que fueron iniciadas siete mil obras públicas, de las cuales cuatro mil están terminadas.
Esta es una radiografía del estado en que el nuevo gobierno encontrará a Argentina: más federal, justa, potente y con enormes posibilidades de avanzar, aseguró.
El año entrante ingresarán, producto de nuestras exportaciones agrícolas, ganaderas, de gas y de litio, unos 35 mil millones de dólares. Además, gracias al gasoducto que construimos, dejaremos de gastar cinco mil millones. Hasta 2030, las exportaciones sumadas de bienes y servicios crecerán un 80 por ciento.
Con ese escenario no es razonable pensar en un ajuste que detenga nuestra producción y restrinja el empleo y el consumo, explicó.
Como alguna vez dije, dejé todo de mí en estos cuatro años de esfuerzo y solo me llevo el enorme honor que me concedieron de presidir esta patria que tanto amo, señaló.
Buenosa Aires, 9 de diciembre 2023
Crónica Digital/PL
