Alrededor del 75 por ciento de las familias que habitan las islas del Pacífico, amenazadas de desaparecer bajo las aguas a causa del cambio climático, carecen hoy de medios financieros suficientes para migrar, según una investigación.
El Instituto Universitario de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Seguridad Humana (UNU-EHS) y la Comisión Económica y Social para Asia y el Pacífico (Cespap) de las Naciones Unidas llevaron a cabo una encuesta de hogares representativa a nivel nacional sobre el cambio climático y la migración en el Pacífico.
Las islas de esa región son algunos de los territorios más vulnerables del mundo, donde la gente ya está experimentando devastadores efectos del cambio climático provocado por el hombre, como las tormentas de mayor intensidad, el aumento del nivel del mar, la intrusión de agua salada y la sequía.
La encuesta, que abarcó seis mil 852 personas que representan a 852 familias en Kiribati, Nauru y Tuvalu, encontró que más del 70 por ciento de los hogares de Kiribati y Tuvalu, y el 35 por ciento de los de Nauru informaron que las familias emigrarían si los factores de estrés climático, como sequías, aumento del nivel del mar o inundaciones empeoraran.
Sin embargo, el trabajo encontró que sólo una cuarta parte de los hogares en esos países tienen los medios financieros para migrar, lo cual puede dejar a muchos habitantes de esos territorios atrapados ante el empeoramiento de las condiciones ambientales en un corto plazo de tiempo.
En ese setido, el Primer Ministro de Tuvalu, Enele Sosene Sopoaga, y el doctor Koko Warner, experto del Instituto Universitario de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente y la Seguridad Humana, realizarán una conferencia de prensa mañana, entre las actividades de la Conferencia sobre Cambio Climático (COP21/CMP11), que acontece en el Parque de Exposiciones Le Bourget, al norte de París.
La cumbre busca establecer en el plazo de solo dos semanas un acuerdo universal vinculante que logre limitar el aumento de la temperatura media del planeta por debajo de dos grados Celsius.
El grupo de las islas, amenazadas por la subida del nivel del mar, reclama que ese tope debe ser incluso de no más de 1,5 grados Celsius.
A propósito de este tema, durante su discurso ante el plenario en la jornada inaugural, el primer vicepresidente de Cuba, Miguel Díaz Canel, destacó que es indispensable estabilizar la temperatura global en el entorno de 1,5 grados Celsius, como justamente reclaman los pequeños Estados insulares en desarrollo, que forman la primera línea de enfrentamiento al cambio climático global.
Por Alfredo Boada Mola
París, 1 de diciembre 2015
Crónica Digital / PL