La presidenta de Chile, Michelle Bachelet, llamó hoy a los pescadores de la isla de Chiloé a deponer las protestas y negociar, en medio de la crisis que los afecta por la avalancha de la denominada marea roja.
Los gremios de los pescadores mantienen bloqueadas las rutas de acceso a la isla, con la exigencia de que se priorice la ayuda a la zona ante la imposibilidad de ejercer el oficio mayoritario de la comuna.
Ante la invasión de microalgas, la pesca fue prohibida. Las microalgas son el alimento de varias especies marinas como los moluscos, que al ser consumidos por éstos pueden provocar problemas de salud.
Son el comienzo de la cadena alimentaria marina ya que son absorbidas por moluscos que filtran el agua. Este aumento exagerado es nocivo. Cuando son consumidos por el hombre, causan diarrea y hasta parálisis altamente peligrosas.
Bachelet apuntó que el ministro de Economía, Luis Felipe Céspedes, está en el terreno y se ha juntado con los pescadores. «Estamos dialogando para ver todas las medidas a tomar e ir en apoyo de las familias», acotó.
La mandataria lamentó la situación la vez que reconoció se trata de una situación muy compleja por la marea roja, «que ha tenido una intensidad como nunca antes se había visto en esa zona».
Analicen lo que hemos propuesto, sigamos dialogando, despejen los caminos para no afectar la vida de otras personas, y así que pueda ingresar el combustible, los alimentos y no agravar más la situación, recalcó la jefa de Estado a los pescadores.
Por quinto día consecutivo, la isla de Chiloé, ubicada a unos 1.032 kilómetros al sur de esta capital, permanecía bloqueada por manifestantes que consideran insuficiente el bono de 100.000 pesos (150 dólares) ofrecido por el Gobierno a los pescadores.
Foto: Juan Ancao
Santiago de Chile, 6 de mayo 2016
Crónica Digital