‘Es irresponsable decir que sí a esta candidatura’, afirmó la jefa de Gobierno, quien recordó que ‘todavía estamos pagando deudas de la Olimpiada de 1960’.
Otro de los argumentos de Raggi y los principales dirigentes del M5E para oponerse a la realización de los juegos en la capital italiana es que solo servirían como fuente de enriquecimiento y malos manejos administrativos para grandes empresas constructoras.
La alcaldesa reiteró que la negativa de su administración a respaldar la candidatura de esta ciudad como sede de la cita máxima del deporte mundial dentro de ocho años, no significa que sea antideportiva, sino todo lo contrario. Nosotros -manifestó- haremos más de lo que haría la Olimpiada por el deporte en Roma.
Raggi hizo estas declaraciones a la prensa tras un frustrado encuentro con el presidente del Comité Olímpico Italiano (CONI), Giovanni Malagó, quien después de esperarla alrededor de media hora abandonó el recinto del ayuntamiento visiblemente molesto.
La alcaldesa explicó que se retrasó algunos minutos por un contratiempo y que lamentaba la actitud de Malagó, quien aunque la vio llegar a la sede del gobierno decidió marcharse.
En declaraciones posteriores a la prensa, el presidente del CONI expresó que la alcaldesa debió dedicarle un poco más de atención y respeto al deporte y agregó que con su negativa perjudica ‘nuestra credibilidad internacional’, después de dos años de promoción y búsqueda de respaldo en todo el mundo.
Roma, 21 de septiembre 2016
Crónica Digital / PL