La oficina fue creada en 1996 por la Asamblea General para proteger a los menores de edad en escenarios de enfrentamientos y promover su bienestar.
El mandato del representante especial incluye el seguimiento a seis graves violaciones de los derechos de los niños: el asesinato y la mutilación, el reclutamiento como soldados, la violencia sexual, los ataques contra escuelas y hospitales, la negativa del acceso a la ayuda humanitaria y el secuestro.
Naciones Unidas, 8 de febrero 2017
Crónica Digital /PL