En Ecuador comenzó a regir desde ayer un período de silencio electoral, vigente hasta el domingo 2 de abril, cuando se desarrollará la segunda ronda de comicios presidenciales, tras una enconada campaña electoral.
Durante 48 horas y hasta el cierre de las urnas, a las 17:00 hora local el domingo, quedan prohibidas en todo el territorio nacional las actividades proselitistas de las organizaciones políticas y los medios de comunicación.
La medida está en correspondencia con el artículo 207 del Código de la Democracia, que impide la transmisión de publicidad en prensa escrita, radio, televisión y vallas publicitarias, así como información proveniente de instituciones públicas.
El objetivo es evitar la difusión de información que induzca a los electores sobre una posición o preferencia de cara a los comicios.
En numerosas ocasiones el presidente del Consejo Nacional Electoral (CNE), Juan Pablo Pozo, definió esa fase como un período de reflexión de cada ciudadano, para definir su inclinación al momento de sufragar.
La etapa de silencio sucede a la campaña electoral, que en esta ocasión duró 20 días, del 10 al 30 de marzo, y estuvo marcada por tramas y ofensas del partido opositor contendor, CREO-SUMA, contra el oficialista Alianza PAIS y sus candidatos Lenín Moreno (presidente) y Jorge Glas (vicepresidente).
Carentes de suficientes armas para explicar cómo implementarán su programa de gobierno si resultan electos, los aspirantes a los máximos cargos, Guillermo Lasso y Andrés Páez, dedicaron la mayor parte de sus actividades proselitistas a generar rumores de descrédito contra sus adversarios en las urnas, a quienes, infructuosamente, intentaron vincular con actos de corrupción.
Mientras Moreno y Glas recorrían el país con llamados a un proceso electoral en paz y a respetar la voluntad del pueblo expresada en el sufragio, Lasso y Páez incitaron a desconocer los resultados y a sembrar la idea de que habrá fraude.
Tal afirmación fue rebatida no solo por las autoridades del CNE, sino también por observadores internacionales que acompañarán el balotaje, como hicieron en la primera ronda, efectuada el pasado 19 de febrero.
«Decir que va a haber un fraude es decir que todos los factores de las etapas electorales, factor humano, técnico y político, se van a prestar para eso, lo cual no es posible», afirmó Alexander Vega, presidente del CNE de Colombia y coordinador de la misión veedora de la Unión de Naciones Suramericanas.
A su juicio, esos comentarios atacan al sistema electoral ecuatoriano y deja mal vista la democracia de este estado ubicado en la Mitad del Mundo.
Por su parte, el mandatario Rafael Correa insistió en los dos últimos días en la necesidad de ganar con humildad y perder con dignidad, e igualmente rechazó la violencia, desde donde venga, tras un incidente contra el candidato de la derecha, en esta capital, al final de la jornada 14 de Eliminatorias Sudamericanas de fútbol entre Ecuador y Colombia.
Junto al silencio electoral, desde las 12:00 horas de hoy también entrará en vigor la ley seca, que prohíbe la venta, distribución o consumo de bebidas alcohólicas 36 horas antes de las justas y hasta 12 horas después.
Quienes incurran a esta falta serán sancionados según las normativas establecidas, con multas equivalentes al cincuenta por ciento de un salario básico, o sea 187,50 dólares.
El proceso comicial de Ecuador, que ha estado en la mira de América Latina y otras regiones, entra así en la recta final, de cara a definir a quienes dirigirán los destinos de la nación, en el período 2017-2021.
Por Sinay Cespedes Moreno
Quito, 1 de abril 2017
Crónica Digital /PL