El secretario general de la OEA, Luis Almagro, hizo en ese foro regional para el diálogo, lo mismo que Henry Ramos Allup en la Asamblea Nacional, y las dos carecen de credibilidad y legitimidad, afirmó.
Desde 2016 el Parlamento venezolano está en desacato, tras desobedecer una medida cautelar del Tribunal Supremo de Justicia, que impedía la juramentación de tres candidatos del estado de Amazonas por presuntas irregularidades en las elecciones parlamentarias de diciembre de 2015.
La junta directiva de la Asamblea, presidida entonces por Ramos Allup, no anuló el acto de investidura de los ciudadanos y desde entonces todas sus decisiones carecen de valor legal.
Maduro consideró que ‘tanto Ramos Allup, como Almagro, fracasaron en sus intentos de subvertir el orden constitucional, atacar a la Revolución Bolivariana y sus dirigentes, y provocar un escenario para la intervención de organismos o coaliciones internacionales’ en la nación suramericana.
Fueron voceros desde el interior y el exterior del país de sendas campañas mediáticas, orientadas desde la extrema derecha de Estados Unidos, pero ninguno cumplió sus propósitos, afirmó.
Ya Almagro está derrotado, así lo decreto. Es polvo cósmico, basura de la historia, subrayó el jefe de Estado.
A la OEA, dijo, le pasó su tiempo. Es cuestión del devenir histórico para que termine hundiéndose en el olvido y con el desprecio histórico de los pueblos.
El lunes último, el país presidente pro témpore del Consejo Permanente de la OEA, Bolivia, suspendió una sesión para analizar la situación en Venezuela, de manera inconsulta, pero a instancias de Almagro, los representantes de 21 países asestaron un golpe de Estado y decidieron realizar la reunión de modo arbitrario.
Caracas, 5 de abril 2017
Crónica Digital /PL
