Por tal razón, en los territorios afectados, principalmente la región parisina, se mantienen activadas medidas como el cierre de algunas vías, la suspensión total de la circulación de los transportes escolares, y el llamado a la población a evitar desplazarse en sus automóviles.
De su lado, la Sociedad Nacional de Ferrocarriles alertó que solo prestará servicios el 70 por ciento de los trenes regionales, mientras los de gran velocidad para largas distancias serán ralentizados con el fin de evitar accidentes.
También la aerolínea AirFrance anunció medidas de ajuste en su programación, que incluye cancelación de vuelos o retardo en las salidas desde los dos aeropuertos, el Charles de Gaulle (norte) y el Orly (sur).
La víspera, la compañía solo pudo asegurar el 90 por ciento de los vuelos de larga distancia, el 60 por ciento de la media, y el 50 por ciento de los trayectos cortos, según informó en un comunicado.
De martes para miércoles se registró una inusual nevada en la región parisina que dejó prácticamente paralizado el transporte por carreteras, con atascos que llegaron a alcanzar más de 700 kilómetros.
Alrededor de dos mil 500 agentes fueron movilizados para atender las emergencias, incluidos bomberos, gendarmes, operadores viales, entre otros.
Asimismo, de mil 500 a dos mil personas quedaron atrapadas en las carreteras y no consiguieron llegar a sus hogares, por lo que debieron esperar el amanecer en sus autos, o en sitios de emergencia habilitados como centros comerciales y gimnasios.
Por otro lado, el gobierno galo decidió crear mil plazas adicionales para albergar a las personas sin domicilio, informó el portavoz Benjamin Griveaux.
De acuerdo con sus declaraciones, en total están habilitadas 145 mil capacidades para acoger a estos ciudadanos, un aumento de 10 mil con respecto al año pasado.
París, 8 de febrero 2018
Crónica Digital /PL