Los diputados Cristina Girardi y Rodrigo González (PPD), Alejandra Sepúlveda (Ind.) y Mario Venegas (DC), principales impulsores de la creación de una nueva comisión investigadora por el tema de la educación superior y el sistema de acreditaciones, conocida como «Lucro 2», aseguraron que la renuncia del ministro de Justicia, Teodoro Ribera, era un hecho “muy positivo”.
“Es importante que Teodoro Ribera diera un paso al lado”, aseguraron los legisladores, tras reunirse con el Contralor General de la República, Ramiro Mendoza, oportunidad en que le dieron a conocer a proyecto de Ley que presentarán en los próximas días y que apunta a acelerar las intervenciones por parte del Estado en situaciones como la que enfrentan los estudiantes de la Universidad del Mar.
Al término de la cita, el diputado DC, Mario Venegas acentuó que “la renuncia del Ministro de Justicia lo que hace es confirmar lo que nosotros señalamos en la Comisión, que había Ministros que tenían conflicto de interés, esperamos ahora que el Gobierno se haga cargo porque aún quedan Ministros que tienen los mismos conflictos de intereses y es impresentable que el Gobierno estando en conocimiento de estos hechos haga oídos sordos a un tema tan delicado como es el lucro en las universidades, cuando tenemos hoy más 18 mil estudiantes de la Universidad del Mar a la deriva”.
En tanto, la diputada Alejandra Sepúlveda (Ind.), dijo que «creemos muy positivo que el ministro Ribera diera un paso al lado y dejara ese cargo por una cuestión de dignidad y transparencia». «Ningún ministro autoridad pública puede tener la más mínima relación con negocios e influencias con la educación superior. Seamos serios y no sigamos riéndonos de las familias y los jóvenes que se han visto tremendamente afectados con esta situación», señaló la parlamentaria.
Por último, los diputados del PPD, Cristina Girardi y Rodrigo González, destacaron positivamente la reunión con el Contralor, indicando que ésta se producía en la coyuntura de la renuncia de Ribera.
“Esta reunión la teníamos agendada con anticipación pero nos parece positiva la renuncia de Teodoro Ribera”, indicaron, agregando que el motivo de la cita con Ramiro Mendoza fue para darle a conocer un proyecto que ingresarán en las próximas hora y solicitar que la Contraloría se pronuncie respecto del proceso de cierre de las universidades y cuál será el rol del ministerio de Educación en ello.
“Creemos que el ministerio no ha asumido la responsabilidad de cautelar la situación de los alumnos, sus derechos, ni tampoco el de los docentes y los administrativos y lo que estamos buscando es que el ministerio se haga responsable», señalaron los parlamentarios por el PPD.
Santiago de Chile, 17 de diciembre 2012
Crónica Digital
Lun Dic 17 , 2012
La cultura, en todas la formas en que se presente, siempre ha sido un arma ideológica. En una sociedad dividida en clases, como la nuestra, existe una cultura “oficialista”, de la clase dominante, clase social que la usa y abusa diariamente de ella, intentando, a través de su intermedio, consolidar su dominio político e ideológico. Por otra parte, se encuentra la cultura de la clase explotada, la cual es reprimida y coartada en sus expresiones. En nuestro país basta con recodar la quema de libros “subversivos” por parte de la dictadura de Pinochet (copiada de la Alemania nazi), la represión hacia diversas figuras de la cultura: con el Premio Nobel de Literatura, insigne Poeta Pablo Neruda. El asesinato del actor, director de teatro, folclorista, gran cantor popular Víctor Jara. La detención y tortura de innumerables exponentes de la cultura popular, progresista, que significó la detención de numerosos cantantes y músicos, actrices y actores, poetas y escritores, pintores, artistas plásticos y gráficos, periodistas, fotógrafos, cineastas, etc. Cómo olvidar la prohibición, durante la dictadura, de expresiones artísticas, como el tocar charango, zampoñas y quenas, la prohibición del uso del pelo largo, barba y ponchos. Cómo olvidar el exilio forzado para muchos representantes de la cultura progresista y revolucionaria y su prohibición de ingreso al país a través de la famosa letra “L” en sus pasaportes. Todo ello, producto de concepciones retrógradas, conservadoras y contrarrevolucionaria, y del miedo a todas y a cualquier expresión de la cultura oprimida, Durante este año 2012 han tenido lugar innumerables actos y actividades, de todo tipo, por el Centenario del Partido Comunista de Chile. Han ido desde actos solemnes, netamente de carácter político, con discursos incluidos, entre otros como el Seminario Internacional realizado la primera semana de diciembre, con representación de diversas delegaciones extranjeras, hasta diversas expresiones culturales, desde lo artístico, literario, gráfico hasta lo fílmico. Todo ello concluye con el gran acto del 8 de diciembre en el Estadio Nacional, lleno de bote a bote, más la cancha, donde se calcula la asistencia de 70.000 personas. En ese acto, con una mística increíble, un compromiso espectacular, con miles de jóvenes, muchos de los cuales nacidos en post dictadura, vibrando con el espectáculo demuestran lo correcto de la decisión del partido de culminar de esta forma nuestros cien años de existencia. El mensaje político-ideológico de Silvio fue entendido perfectamente por los asistentes, mostrando una vez más los profundos lazos de amistad con el pueblo cubano, con sus dirigentes, con sus gobernantes, inserto en el Internacionalismo Proletario. La maciza presentación de Intillimani, icono en la lucha antidictadura y en el exilio, iniciando con el Venceremos. Illapu, otro icono en la lucha de nuestro pueblo, con sus canciones llenas de mensajes. La Cantata Santa María, en ritmo de rock, coreada por los jóvenes, con un profundo contenido acerca de las luchas históricas del movimiento obrero de nuestro país, relatando quizás la mayor expresión de la lucha sindical de principios del siglo XX, de la cual nuestro partido es parte […]