Tras casi nueve meses de investigación por uno de los actos represivos más dramáticos contra manifestantes pacíficos en Chile, el cuerpo de Carabineros dio de baja finalmente a dos de sus efectivos participantes en esos hechos.
Se trata de dos capitanes implicados en el lanzamiento de una bomba lacrimógena que dejó ciega a Fabiola Campillai la noche del 26 de noviembre de 2019, cuando la mujer esperaba un transporte para ir a cumplir su turno de noche en una fábrica.
El anuncio, hecho la víspera por el general de Carabineros Enrique Monrás, parece ser resultado de la presión de la opinión pública, luego que el lunes último Campillai denunció la falta de atención del gobierno a su situación.
Asimismo pidió rapidez en la investigación, al denunciar que el carabinero que le disparó continúa en sus labores como si nada.
Según dijo Monrás, la baja de ambos capitanes es sin perjuicio de la investigación penal iniciada por la Fiscalía.
Tras conocerse la medida, el director del Instituto Nacional de Derechos Humanos, Sergio Micco, dijo que se trata solo «del primer paso en el camino que conduce a la verdad», y pidió «que se avance en el proceso penal lo más decididamente posible, para que se sepa toda la verdad, se haga justicia».
Sobre este caso, en julio se conocieron detalles de un video filmado con las cámaras de la policía, que incriminaba en especial al capitán Patricio Maturana Ojeda como presunto autor del disparo de la bomba lacrimógena que cegó a la joven.
Durante las protestas posteriores al estallido social de octubre del pasado año, una de las prácticas policiales más denunciadas fue disparar perdigones y bombas lacrimógenas al rostro de los manifestantes, lo que provocó a cientos de personas la pérdida la visión de uno de sus ojos u otros traumas.
Fabiola Campillai y Gustavo Gatica, estudiante universitario que también perdió la vista completamente durante una protesta en la Plaza Baquedano, se convirtieron en símbolos de ese actuar policial, denunciado por organizaciones nacionales e internacionales de derechos humanos.
Santiago de Chile, 15 de agosto 2020
Crónica Digital/PL