En una jornada larga y controvertida, el Senado de Chile aprobó un proyecto de ley presentado por el Gobierno, que permite un segundo retiro de fondos de pensiones a millones de chilenos.
Por 35 votos favorables, uno en contra y cinco abstenciones, salió adelante la propuesta de La Moneda, tras sufrir una gran cantidad de modificaciones que la dejaron casi igual a otro proyecto presentado con anterioridad por la oposición, y que sin embargo fue rechazado por el mismo Senado solo horas antes.
Este alcanzó 23 votos a favor, ocho abstenciones y 10 en contra, pero para ser aprobado necesitaba un mínimo de 26 sufragios a su favor.
En contraste, semanas antes recibió en la Cámara de Diputados un rotundo apoyo incluso con los votos favorables de legisladores del oficialismo, pero el Gobierno lo impugnó ante el Tribunal Constitucional alegando que usurpaba facultades exclusivas del presidente de la República.
Al mismo tiempo, presentó a la carrera su propia versión, con una serie de condicionamientos que fueron desmantelados uno tras otro, y finalmente obtuvo los votos necesarios de senadores oficialistas que antes habían comprometido su respaldo a la propuesta de la oposición.
No obstante, la iniciativa de La Moneda plantea que quienes ganen más de 700 mil pesos (unos 900 dólares) deberán pagar un impuesto por retirar sus fondos de pensiones, y además que este se hará en dos pagos, a diferencia de la de la oposición que plantea el retiro en un solo plazo y sin ningún tipo de erogación.
Como resultado de ese enredo legislativo, ahora el texto del Gobierno deberá pasar a ser debatido en la Cámara Baja, mientras que el que fue rechazado, deberá volver para ser analizada en una comisión mixta de ambas cámaras.
Para numerosos observadores, la principal consecuencia es que millones de chilenos deberán continuar esperando para poder resolver la crítica situación de sus familias con sus propios recursos, por no recibir a tiempo y en cantidades suficientes, ayudas del Gobierno para enfrentar la profunda crisis económica y social agudizada por la pandemia.
La votación, a la cual estaba atento todo el país, cayó como un balde de agua fría, sobre todos para los miles que esperan contar con ese 10 por ciento de sus ahorros de pensiones para enfrentar no pocas deudas.
Asimismo se multiplicaron las críticas en círculos de oposición y en las redes sociales, donde incontables opiniones acusan al gobierno y en especial al presidente Sebastián Piñera de darle una vez más la espalda a los chilenos más necesitados y defender a las grandes empresas que controlan los fondos de pensiones.
Santiago de Chile, 27 de noviembre 2020
Crónica Digital/PL
