Por Rafael Calcines Armas
Santiago de Chile, 3 ene (Prensa Latina) Tras el letargo de las festividades por Navidad y Fin de Año, Chile se adentra en una inusual vorágine de procesos electorales en los que ya están inmersos hoy la mayoría de los partidos políticos.
La carrera está dada ya porque el próximo 11 de enero vence el plazo para la inscripción de candidatos con vistas a alcanzar uno de los 155 escaños en la Convención Constitucional que tendrá la histórica misión de redactar una nueva carta magna.
Salvados numerosos escollos, esa convención será paritaria entre hombres y mujeres, y con espacios para los pueblos originarios e independientes, que aunque en ambos casos son insuficientes y lastrados por no pocos obstáculos, abren al menos una rendija para una participación más amplia de todo el espectro social de este país sudamericano.
La composición del mecanismo que redactará la constitución resulta clave para el resultado final, por lo cual todas las fuerzas políticas y el vasto movimiento social del país tienen puestos sus ojos en lograr el mayor espacio.
Para los partidos oficialistas, que incluso analizan a estas alturas la posibilidad de pactar con la extrema derecha sería suficiente alcanzar poco más de un tercio del total de constituyentes para impedir que aparezcan en la nueva ley fundamental los cambios más profundos reclamados desde el estallido social de octubre de 2019.
En cambio, para las fuerzas de izquierda y antineoliberales la garantía de que las aspiraciones de millones de chilenos sean plasmadas en el texto, depende de que alcancen al menos dos tercios de los 155 escaños.
Las elecciones de los constituyentes están previstas para el 11 de abril, como parte de un maratón electoral pues ese día también los chilenos deberán escoger en las urnas a alcaldes, concejales y gobernadores regionales.
Los constituyentes elegidos dispondrán como tiempo máximo de un año para redactar el texto constitucional, que será votado en un plebiscito, esta vez con carácter obligatorio, pero eso será ya para mediados de 2022 en fecha aún por definir.
Para muchos analistas, este será el acontecimiento político más importante del año, por la trascendencia que tendría para Chile una nueva Constitución que pudiera echar abajo la actual, impuesta en época de la dictadura de Augusto Pinochet.
Pero con la consulta en las urnas del 11 de abril no termina todo, pues para el amplio abanico de partidos políticos comienza la carrera a La Moneda, y aunque esta ya anda adelantada con un sinnúmero de anuncios de aspirantes a la silla presidencial, tiene en calendario la fecha del 4 de mayo para la inscripción a las Primarias Presidenciales que se realizarán el 4 de julio.
Finalmente, para el 21 de noviembre está convocada la Elección General de Presidente y parlamentarios, de la cual en caso de que ningún candidato alcance la mitad más uno de los votos, tendrá una segunda vuelta el 19 de diciembre con los dos nombres mejor votados.
Santiago de Chile, 4 de enero 2021
Crónica Digital/PL