Fue uno de los momentos más intensos –e interesantes– del debate presidencial registrado en la noche del lunes. Sebastián Sichel, el candidato de la derecha oficialista, fue emplazado por la abanderada de centroizquierda, Yasna Provoste, por su pasado de lobista: ahora le preguntó si había sido lobbista de empresas de gas, materia especialmente sensible para la ciudadanía luego que un informe preliminar de la Fiscalía Nacional Económica sugirió una eventual colusión.
En el pasado debate presidencial, Provoste le consultó por su papel de lobbista de grandes empresas, lo que Sichel negó entonces con vehemencia y descalificando a Wikipedia como fuente. Sin embargo, posteriormente se conoció que, en efecto, el candidato de la derecha había trabajado en dos agencias reconocidas por esa actividad: Paréntesis Estrategia S.A. y Burson–Marsteller. Entre las empresas a las que prestó servicios de ese tipo se encontraban nada menos que DICOM, Autopista Central y AFP Cuprum.
“¿Fue lobbista de una empresa de gas?”, le consultó anoche Provoste, en una especie de cara a cara que contemplaba el formato del foro. Sichel reaccionó, consternado y confuso. En forma virulenta, intentó eludir sin elegancia responder, señalando que nunca ha hecho lobby, que solamente se ha desempeñado como abogado en el sector privado, y terminó atacando en forma destemplada a Provoste por continuar ejerciendo como senadora y por, supuestamente, no haber sido parte del sector privado.
La parlamentaria se mantuvo en calma hasta el final, frente a un notoriamente alterado Sichel.
Tras recibir la pregunta de Provoste, Sichel –quien fue vicepresidente ejecutivo de Corfo, Ministro de Desarrollo Social y presidente de BancoEstado en el Gobierno de Piñera– dijo estar “orgulloso” de haberse desempeñado como abogado y criticó que la senadora “reciba un sueldo de casi dos millones de pesos” por su cargo público. “Me impresiona cómo gente como tú no entiende y ataca a los que trabajan en el sector privado”, señaló.
“Lo que pasa es que usted y sus operadores han dicho eso en las redes sociales, y estoy muy orgulloso de haber sido académico”, aseveró Sichel.
Provoste replicó al abanderado de Piñera que “a diferencia suya que recibe todo el apoyo de empresas lobbistas, vivimos de lo que hacemos. Lo hemos cumplido a cabalidad y hemos sacado adelante iniciativas (sociales) que su Gobierno ha vetado”. Y agregó: “Soy senadora de la República, es mi trabajo (…) por el cual fui elegida por primera mayoría nacional”.
“En el único gráfico en el que estás (Sichel) muy arriba respecto de todas las candidaturas, es respecto al aporte de los privados”, puntualizó. Esta última aseveración se refiere a los aportes privados que Sichel ha recibido para su campaña. Según un balance de la Fundación SOL, actualizado al 8 de octubre, el candidato de Piñera concentra el 62,1 por ciento del total de los aportes a las candidaturas a La Moneda, con un total de $871.422.388.
“Sus propios compañeros (de trabajo) dijeron que usted hizo lobby después que lo negó en el debate pasado”, aseveró, aludiendo a las investigaciones periodísticas que se publicaron sobre el asunto.
Sichel le dijo a Provoste que sería bueno que trabajara alguna vez en el sector privado. “Lo he hecho, querido, pero nunca para defender los intereses de las grandes empresas, de aquellas que ahogan a las familias como el Dicom, como las autopistas”, fustigó la senadora. Y remató manifestando que en su Gobierno no tendrán cabida quienes se dedican a esa actividad.
Santiago, 12 de octubre 2021.
Crónica Digital.