Por María Jesús Vega Vera, socióloga UBA y parte de la Red Chile Despertó Internacional.
El escenario que se presenta ante la segunda vuelta presidencial ha estremecido a las comunidades de chilenos y chilenas migrantes en el exterior, quienes hemos visto el 2021 con ojos de preocupación dada la avanzada del fascismo de ultra derecha que creíamos marginal, pero que ha aprovechado cada una de las oportunidades que le ha permitido el Estado, la Justicia y los Medios de Comunicación para sostener su avanzada.
Con profunda indignación hemos sido testigos de cómo el silencio cómplice del gobierno de Sebastián Piñera ya no sólo permite la expansión de la desidia, el racismo y la xenofobia institucional contra nuestros hermanos migrantes en Chile, sino también como la opinión pública en su complicidad ha permitido la instalación y masificación del programa de gobierno de un candidato pinochetista acérrimo que niega las violaciones a los derechos humanos en dictadura y que propone sin tapujos la persecución política como forma de enfrentar la crisis social que se vive en el territorio.1
Un fantasma de dictadura recorre el programa político de Kast, y leer sus propuestas terminan siendo una provocación al odio y la puesta en peligro de derechos adquiridos y de vidas de inmigrantes pero también de emigrantes, pues la revictimización a la que han sido sometidos cientos de compañeros y compañeras exiliadas políticas ha sido brutal. Se vuelve a instalar la idea de salir al “autoexilio” casi como un privilegio, pero bien sabemos que el desarraigo y la violencia que muchas veces implica crecer lejos de los afectos no tienen reparación al día de hoy.
Así, ad portas de una segunda vuelta presidencial, somos testigos desde el exterior cómo esa sensación colectiva del miedo, vuelve a abrir una herida que no ha sanado, que no ha encontrado justicia ni reparación. El exilio, el miedo a la persecución política y los constantes ataques a nuestros hermanos migrantes en Chile nos estremecen, pero también nos hace encontrar un nuevo vuelo para continuar en la lucha y la organización por nuestros derechos.
Tal como lo fue la rebelión popular de octubre 2019, el llamado a las comunidades de chilenos y chilenas en el exterior es claro, denunciaremos y no permitiremos la violacion a los derechos humanos hacia nuestros pueblos, no permitiremos que en total impunidad vuelvan a abrir nuestras heridas y se nos siga vulnerando por ser migrantes fuera del territorio ni a nuestros hermanos migrantes en Chile.
Seguiremos trabajando incansablemente en la construcción de consensos, y como diría Habermas (2003)2, ante el avance de discursos colonizadores donde la economía, la política y su lógica individualista, de explotación y maximización del capital han colonizado nuestra forma de vivir, fomentando el individualismo apático, con cada vez menos sensibilidad por el dolor ajeno, por las injusticias y las desigualdades, nosotros lo enfrentamos con lucha y organización, con solidaridad y amor profundo por nuestros pueblos.
Hoy, sabemos que la lucha se volcó a las urnas, por eso comprometer nuestro voto con Gabriel Boric es necesario. Hoy no podemos ser neutrales, perpetuar el silencio o no llamar a votar es permitir que siga avanzando el fascismo. Más, también es un llamado crítico a revisar los planteamientos programáticos y tener claro que hoy damos el voto para poder ser oposición a futuro, porque aún queda mucho camino por avanzar.
Nuestra batalla no comienza ni termina con la elección, sino más bien, es un compromiso diario por una vida mejor, porque sabemos que el fascismo estuvo, está y estará entre nosotros, pero es nuestra tarea achicarles la cancha y no permitir que vuelvan a abrir nuestras heridas en total impunidad.
Hasta que la dignidad sea costumbre, y podamos lograr ciudadanía plena, nacionalidad irrenunciable y una nueva constitución para nuestros pueblos en lucha.
1 Considerando los puntos 33, 46, 61, 74 y 829 del programa de José Kast.
2 Habermas, J. (2003). “Acción comunicativa y razón sin trascendencia”. Paidós, Barcelona.
Por María Jesús Vega Vera
Socióloga UBA y parte de la Red Chile Despertó Internacional.
Santiago de Chile, 7 de diciembre 2021
Crónica Digital