Vie Jul 8 , 2022
EEUU: ¿HACIA DÓNDE VA? Beijing (Prensa Latina) China con su ascenso como potencia económica, tecnológica y militar, afianza la posición de jugador clave en el tablero internacional para disgusto de Estados Unidos, que pone todas sus cartas en función de conservar su poder y hegemonía en el mundo. Por: Yolaidy Martínez Corresponsal jefa en China Este país es sin dudas referente por conseguir -entre muchos logros- una peculiar transformación bajo el mando del Partido Comunista que le permitió ser la segunda economía del planeta, un imán para el capital extranjero y asegurar una solidez financiera e industrial capaz de soportar cualquier altibajo. Tal progreso significó escalar peldaños de liderazgo global, ampliar intercambios diplomáticos y comerciales en todos los continentes, y fortalecer su peso en la Organización de Naciones Unidas al convertirse en miembro del Consejo de Seguridad con derecho al veto y el envío de tropas en las misiones de los cascos azules. Igualmente, se reflejó en un asombroso despegue tecnológico con la aplicación de sistemas revolucionarios y soluciones inteligentes en cada aspecto de la sociedad, al punto de que decir China actualmente es asociarla con la expresión más concreta del futurismo. En lo militar, la meta de tener un Ejército de primer orden se tradujo en un crecimiento del gasto en la Defensa, la compra de equipos avanzados, modernización de las estructuras y el desarrollo del sector armamentístico hasta reducir de modo significativo la brecha con los fabricantes occidentales. Pero ante los ojos de Estados Unidos, todo lo anterior es pecado y le resulta imperativo acelerar una política de contención a China que espera ayude a socavar su fortaleza económica, mientras Washington retiene el liderazgo del orden mundial, la supremacía y ventajas en cualquier terreno de carácter estratégico. LA ERA TRUMP Los últimos años son testigos de una confrontación tan fuerte entre la primera y segunda potencia del orbe que por momentos bordearon el peligro y dieron lugar a aseveraciones sobre la llegada de otra Guerra Fría, colocando a las relaciones en su nivel más crítico en décadas y con una profundización de la desconfianza. Con el republicano Donald Trump (2017-2021), la Casa Blanca inició un largo período de choques en temas sensibles como supuestos abusos a los uigures de Xinjiang y apoyo al separatismo en Taiwán, por las restricciones en suelo norteamericano a la prensa china, las trabas a la tecnológica Huawei y la injerencia en Hong Kong. La pugna incluso incluyó a la Covid-19, con acusaciones a Beijing por la presunta responsabilidad en el origen de la enfermedad, ocultar información, sacar provecho comercial de la pandemia y hasta intentar piratear investigaciones sobre potenciales vacunas o terapias. El punto de mayor fricción fue el económico-comercial, pues dio paso al proteccionismo y a una guerra mercantil que si bien era entre dos, puso al mundo en vilo, con casi dos años de incertidumbre y desplome financiero. Una pesquisa de Washington que arrojó el supuesto robo de tecnología, propiedad intelectual y competencia desleal de China en el mercado estadounidense abrió […]