Reclamos de renuncia del Presidente Sebastián Piñera, a favor de la liberación de presos del estallido social y un paro en el sector de salud, caracterizaron una semana de creciente malestar ciudadano en Chile.
El miércoles y el viernes se repitieron en el centro de Santiago movilizaciones populares que culminaron con fuertes choques entre manifestantes y fuerzas de carabineros, que si antes tenían su centro en la emblemática Plaza de la Dignidad, ahora se han trasladado a las cercanías del Palacio de La Moneda.
Las motivaciones de esas protestas, realizadas también en otras ciudades, se repiten: la renuncia del Mandatario, a quien acusan de defender los intereses de los más ricos y dar la espalda a las necesidades de la mayoría de la población, y la libertad de cientos de personas presas desde las primeras manifestaciones tras el estallido social de octubre de 2019.
Asimismo, demandan que sea aprobado por el Parlamento, sin restricciones, un segundo retiro de fondos de pensiones en poder de las AFP, que permitiría a millones de personas enfrentar la difícil situación que viven.
El tema de la salida de Sebastián Piñera ocupó incluso espacio en el debate político, luego que diputados de oposición presentaran un proyecto de reforma constitucional que pretende adelantar las elecciones presidenciales y parlamentarias en Chile para abril próximo.
Sus promotores argumentan que por causa de la crisis económica y social agudizada por la pandemia de COVID–19 se necesita un Gobierno y un Congreso Nacional con capacidad de respuesta y elevado nivel de legitimidad, cualidades de las cuales –aseguran– las actuales autoridades carecen o se encuentran muy debilitadas.
Para acentuar el malestar general, sigue el pulso entre el gobierno y el Legislativo por la aprobación de un segundo retiro de fondos de pensiones que beneficiaría a millones de personas y que el gobierno ha tratado de impedir apelando a todos sus recursos.
Así, la semana anterior, al tiempo que impugnó ante el Tribunal Constitucional el proyecto presentado por la oposición, La Moneda lanzó uno propio que finalmente fue aprobado el jueves por el Senado, que rechazó la iniciativa opositora.
En consecuencia, ambos textos seguirán trámites legislativos mientras millones de chilenos deberán continuar esperando para resolver con sus propios recursos la crítica situación de sus familias, por no recibir a tiempo y en cantidades suficientes, ayudas del Gobierno para enfrentar la profunda crisis económica y social agudizada por la pandemia.
Mientras, transcurre un paro nacional de trabajadores de la salud, que busca un aumento en el presupuesto del 2021, por la insuficiencia de los recursos anunciados por el Gobierno para atender las necesidades de un sector tan sensible en medio de la pandemia de la COVID–19, lo que suma más malestar al ambiente que se respira en las calles.
Por Rafael Calcines Armas. El autor es corresponsal de la Agencia Informativa Prensa Latina en Chile.
Santiago, 30 de noviembre 2020.
Crónica Digital / Prensa Latina.