El avión Hércules C-130 con los oficiales en activo Wellinton Sardi y Eduardo Radaelli, y el coronel (r) Tomás Casella, todos procesados por secuestro y asociación ilícita, llegó alrededor de las 10:30 (hora local) al Grupo 10 de la Fuerza Aérea.
Berrios, un ex agente de la Dirección de Inteligencia Nacional (DINA), fue sacado ilegalmente del país por militares chilenos y enviado a Uruguay para impedir que declarara en el proceso por la muerte del ex canciller Orlando Letelier.
Su cuerpo fue encontrado años después en una playa uruguaya con dos disparos en la cabeza luego de haber denunciado que se encontraba secuestrado y su vida corría peligro en ese país.
Tras su llegada, los ex uniformados serán sometidos a un chequeo médico para luego ser puestos a disposición del magistrado que investiga el caso.
Medios locales adelantaron que Casella fue llevado hasta la Escuela de Gendarmería, el mismo recinto donde se encuentra arrestado el ex presidente peruano Alberto Fujimori, dada su condición de militar en retiro.
Por su condición de oficiales en activo, Sarli y Radaelli serán trasladados a recintos castrenses que podrían ser el batallón militar de Peñalolén o el Regimiento Granaderos de San Bernardo, donde se cumplirán los primeros trámites de rigor.
No se descarta que el magistrado chileno Alejandro Madrid acuda hasta allí para notificarlos de su situación procesal o que en su defecto lo haga su secretaria. Además, queda por definir quien será el jurista que los representará en Chile.
La abogada del Consejo de Defensa del Estado, Lupy Aguirre, señaló que aunque ella no tiene claro cuál va a ser el lugar de reclusión para los extraditados, lo más importante ahora es saber qué tan dispuestos a colaborar con la Justicia estén.
«Me parece que lo primero que hay que ver, va a ser la disposición de ellos respecto a las indagatorias que presten en el proceso y esperamos que colaboren lo más posible para esclarecer completamente lo que sucedió», agregó.
La jurista dijo también que no se ha descartado realizar nuevos careos con otras personas vinculadas con el caso.
Casella, Radaelli y Sarli son piezas clave para resolver el crimen de Berríos, el ex químico de la Dina que fabricó el gas sarín en Chile y cuyo rastro se perdió cuando estaba siendo requerido por el juez Adolfo Bañados, quien investigaba el asesinato de Orlando Letelier.
Los militares uruguayos fueron procesados por Madrid a raíz de la presencia de Casella en una comisaría de Parque del Plata el 15 de noviembre de 1992, cuando Berríos llegó allí a pedir ayuda y denunció que estaba secuestrado.
Tras ser atendido por un doctor y conversar con el ex oficial, ambos se fueron juntos. Berríos no volvió a ser visto con vida. Su cadáver apareció en abril de 1995.
Casella fue coronel paracaidista. Un oficial de elite del arma de Infantería. Integró la «Rodosca», uno de los núcleos más influyentes en el Ejército uruguayo. La justicia de ese país lo indagó durante un década por el caso Berríos.
Santiago de Chile, 18 de abril 2006
Crónica Digital/PL , 0, 42, 3