No se puede atribuir directamente a ellos algo que no se sabe. Creo que son infiltrados, son los bandidos y los infiltrados de siempre, indicó el jurista.
Guzmán, quien es un férreo defensor de la causa indígena, agregó: ¿Quién sabe si ese grupo es pagado por alguna celulosa o por alguna otra empresa multinacional que dirige la economía, la minería y las forestales. Tienen mucha plata y no siempre son muy limpias sus gestiones. ¿Quién sabe si no son ellos los que estén pagando o contribuyendo para que se produzcan estos desprestigios que tienden a que la opinión pública esté en contra del pueblo indígena.
Respecto de la eventual participación de alumnos de la propia Universidad de Chile, sostuvo que me cuesta creer que uno vaya a quemar o destruir lo propio, que estudiantes de una universidad vayan a cometer un acto de vandalismo de esta naturaleza. Pienso que se trata de personas externas.
Sin embargo, el decano de la Facultad de Derecho de la Universidad Central, aseguró que de comprobarse legalmente la actuación de estudiantes de la Casa de Bello, debieran ser expulsados de la institución por cometer actos vandálicos. La Ley Penal establece que se trata de delitos calificados y mientras se investiga y determina si hay algún grado de participación culpable por parte de algún alumno, debiera ser juzgado y mientras no se sepa si es culpable o inocente suspenderlo de clases.
Y fue enfático al manifestar que en el caso de que se compruebe la participación de un alumno y se le condene jurisdiccionalmente, tiene que ser expulsado. No merece estar en esa casa de estudios.
Santiago de Chile, 1 de diciembre 2006
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