Necesitamos un nuevo proceso que establezca los requerimientos regulatorios de los negocios entre las fronteras de Reino Unido y la UE. Deben estar basados en las pruebas, ser simétricos y transparentes. Y deben reflejar los estándares internacionales, expresó.
A juicio de Hammond, ‘los mecanismos de cooperación deben ser recíprocos, fiables, y deben priorizar la estabilidad financiera. Deben, y es vital, permitir la gestión de los riesgos de forma oportuna y coordinada por parte de ambos lados’.
Estos acuerdos deben ser permanentes y fiables para los negocios que estén regulados por los mismos, añadió.
Tras casi un año de preparativos, la Unión y Reino Unido celebraron la víspera el primer día de negociaciones oficiales para el retiro británico del bloque.
Bruselas quiere garantizar los derechos de los ciudadanos comunitarios residentes en Reino Unido, así como los de los británicos que viven en la UE, mientras que Londres aboga por la salida del mercado único europeo y el control de la inmigración.
Se espera que el país deje el ente regional en marzo de 2019, dos años después de activar el Artículo 50 del Tratado de Lisboa, que establece el periodo de conversaciones sobre los términos de la salida de un país de la UE.
Londres, 20 junio 2017
Crónica Digital /PL