Más de mil personas asistieron a la peregrinación. El sacerdote católico Mariano Puga, sobreviviente de Villa Grimaldi, expresó que evocó la idea de que “es posible construir una tierra nueva ya aquí y desde ahora”. Las estaciones realizadas evocaron el sufrimiento del pueblo por obtener una vivienda, como la realizada frente a la ex toma de Peñalolén. Además se prestaron testimonios de quienes pasaron por ese lugar.
Cristianos, sacerdotes, pastores y monjas realizaron este viernes en la comuna de Peñalolén uno de los Vía Crucis populares más importantes de la Región Metropolitana para recordar el sufrimiento de Cristo en la Cruz en el ex centro de tortura y exterminio de opositores, hoy Parque por la Paz Villa Grimaldi.
A la peregrinación que comenzó en la intersección de Avda. Tobalaba con José Arrieta asistió, entre otros, el sacerdote católico Mariano Puga, sobreviviente de Villa Grimaldi, quien señaló que “este día para los cristianos no es sólo el Vía Crucis de Jesús, es el vía Crucis de todos los pueblos de la tierra que buscan una tierra nueva, es el Vía Crucis de todos aquellos que arriesgan su vida por jugárselas como Jesús de Nazaret para que sea posible crear una tierra sin injusticia, sin explotadores y explotados, sin racismo, esto es el Vía Crucis de hoy día, para creyentes y no creyentes en Jesús, pero para todos quienes creen que es posible construir una tierra nueva ya aquí y desde ahora”.
Los asistentes fueron recibidos en las puertas del Parque por la Paz por los integrantes de Corporación que administra el parque, encabezados por su Secretaria Teresa Izquierdo con fotografías de los detenidos desaparecidos y ejecutados en ese lugar.
En la oportunidad se realizaron varias estaciones que recordaron el camino a la muerte de Jesús, una de ellas se efectuó frente a la ex “Toma de Peñalolén”, el cual se mostró como ejemplo de un modelo que martiriza al pueblo al hacerlo vivir en condiciones indignas y la carencia del derecho al agua de muchas comunidades a lo largo del país.
Testimonios
Otras de las estaciones se realizaron en el interior del parque museo, en las cuales se dieron a conocer dos testimonios del sufrimiento de quienes pasaron por Villa Grimaldi, entre ellas de Izquierdo, sobreviviente y que además tiene a su marido desaparecido.
“No quiero hablar de mi porque sobreviví -dijo Izquierdo-, sino de mi esposo Hugo Daniel Ríos Videla que desapareció de este lugar. El 14 de febrero de 1975 hubo gran alboroto en Villa Grimaldi porque traían a dos detenidos, uno de ellos era Hugo Ríos Videla, apodado El Peque; se veía en muy malas condiciones, tenía el cuerpo y rostro ensangrentado y luego de interrogarlo lo dejaron tirado en el patio”, haciendo suyo el relato de la periodista y testigo Gladys Díaz”.
Asimismo, contó la historia de amor que lo unía a Ríos Videla, y el calvario que vivió. Ríos Videla le contó a Díaz que “estaba herido a bala en la cabeza, producto de su detención, la herida se le estaba infectando, estaba afiebrado y que no le daban atención médica, al parecer querían dejarlo morir”.
Monja Karolina Meyer: esto es parte de este dolor de la humanidad
Al respecto, la monja católica Karolina Meyer, Directora de la fundación humanitaria Cristo Vive destacó que la muerte de Jesús “fue una muerte por opción al entregar su vida por la causa comprometida, la construcción del reino de Dios aquí en la tierra y pensamos que nuestros hermanos quienes padecieron la detención, la tortura y la muerte en Villa Grimaldi, es la parte de este dolor de la humanidad que Jesús ha denunciado y superado en la resurrección”.
Marcos Maricoy, de la Red Laical de Santiago, dijo que “estamos aquí porque todos somos de sectores populares y principalmente porque queremos hacer memoria de nuestros mártires, de todos nuestros hermanos al igual que Jesús murieron soñando y teniendo esperanza que otro mundo es posible. Muchos de nuestros pobladores, de nuestros hermanos, de nuestras poblaciones, especialmente de dónde yo vivo, en La Legua, pasaron por Villa Grimaldi, es uno de los lugares para muchos de los pobladores muy significativo”.
Otra de las sobrevivientes que prestó testimonio fue Sabrina Pérez, quien fue detenida y aún era colegia, quien expresó que “el pueblo chileno tiene como tradición hace muchos años hacer un Vía Crucis y las organizaciones de derechos humanos lo han tomado como suyo también en la imagen de Cristo, en la medida que una persona que fue sufrida, que fue torturada y murió por los pobres. Esto es un poco reflejo de eso, tanto detenidos desaparecidos como los ejecutados políticos que aquí pasaron. Hoy yo doy testimonio y lo que hago es venir a apoyar y ser parte de esta cruzada”.
Pérez relató también su paso por el centro de detención de Cuatro Alamos, y relató que las presas enviaban mensajes al ala de los hombres presos de ese lugar, cantando y cambiando una palabra de una conocida canción y deletreando “ánimo negro José”
El sacerdote José Aldunate manifestó que “el viernes santo se conmemora la pasión y la muerte de Jesús y que asumió la causa de los pobres, de los perseguidos, de los hambrientos de justicia
El Presidente del Servicio Paz y Justica (SERPAJ), Fernando Aliaga, expresó que este Vía Crucis “es una visión teológica, hemos trabajado por muchos años en transformar nuestro cristianismo de un rito, de toda una práctica religiosa a hacerlo algo que sea una práctica de liberación, hacer que el modelo de Cristo en la cruz sea retomado de todos los que sufren, de todos los pobres”.
Por Carlos Antonio Vergara
Santiago de Chile, 18 de abril 2014
Crónica Digital
Una experiencia sin duda emocionante..que con símbolos cristianos nos recuerda el sufrimiento de aquellos hombres y mujeres….