Este largo y angosto territorio fue descubierto en 1536 por Diego Almagro, quien procedente de Perú, llegó por el norte luego de atravesar el desierto de Atacama, en busca de riquezas.
Chile limita al norte con Perú y Bolivia, al este con Argentina, al oeste con el Océano Pacífico y al sur con la Antártica.
De norte a sur tiene una extensión de cuatro mil 200 kilómetros. En su parte más ancha, que se encuentra al norte de Antofagasta, tiene aproximadamente 355 kilómetros y en la más estrecha, ubicada en el estuario Falcón y en Puerto Natales, posee cerca de 15.
El clima, la fauna y flora varían notoriamente de una región a otra.
Sus desiertos, montañas, bosques, lagos y parajes inmemorables ocupan una considerable área en el extremo sur de América, además de tener como territorio nacional un millón 250 mil kilómetros cuadrados en el continente antártico.
A unos tres mil kilómetros de distancia de su litoral, en el Océano Pacífico, se encuentran las islas de Pascua y de Juan Fernández.
Durante el siglo XV, además de los incas provenientes de Perú, poblaban el país otros grupos de indígenas, entre los que figuraban los mapuches, atacameños y changos.
Luego de una larga hegemonía española, que extermina a casi todos estos pobladores, entre 1810 y 1818 se sucedieron en Chile movimientos independentistas.
Sin embargo, el 18 de septiembre de 1810 es considerado como el primer paso de emancipación patriótica, tras la constitución de la Primera Junta Nacional de Gobierno.
Pero definitivamente, la Independencia de Chile fue firmada el 12 de febrero de 1812 y Bernardo O Higgins, militar que comandó las tropas, resultó proclamado Director Supremo del país.
A partir de la Independencia, la historia nacional estuvo marcada por rencillas políticas, batallas internas y ambiciones territoriales.
En ese contexto, estalla de 1879 a 1884 la llamada Guerra del Pacífico contra Bolivia y Perú, donde se apodera de todo el litoral boliviano y extensos territorios peruanos.
Para 1925, una nueva constitución establece la separación de la Iglesia y el Estado, y la elección del presidente por vía directa.
Por vez primera, 39 años después, triunfan los democratacristianos en las urnas con el candidato Eduardo Frei Montalva.
Tras cerrada diferencia electoral, en 1970 el Congreso elige presidente al socialista Salvador Allende, candidato de una amplia coalición de izquierda denominada Unidad Popular.
Auspiciadas por Estados Unidos, transnacionales y la burguesía interna, el 11 de septiembre de 1973 fuerzas militares, encabezadas por Augusto Pinochet, dieron un golpe de Estado que derroca el gobierno constitucional e implanta un régimen dictatorial.
Datos oficiales indican que durante dictadura (1973-1990) hubo más de tres mil muertos y, de esa cifra, mil 197 personas permanecen aún desaparecidas.
En 1988, tras 17 años de heroica lucha y una fuerte presión internacional, un plebiscito rechaza un nuevo período de ocho años de mandato de Pinochet.
Para diciembre de 1989 el democratacristiano Patricio Aylwin, al frente de una coalición de partidos de oposición, derrota ampliamente al pretendiente oficialista. Esa elección marca el fin de la dictadura y la instauración de una administración civil.
Los partidos Demócrata Cristiano, Socialista, Radical y Por la Democracia conforman la Concertación, coalición que respalda al gobierno del presidente Ricardo Lagos, tercer mandatario consecutivo de esa alianza.
De 1994 al 2000 estuvo en La Moneda el también democratacristiano Eduardo Frei (hijo de Montalva).
En marzo del 2000, Lagos asumió el poder tras derrotar en una cerradas elecciones al derechista Joaquín Lavin, alcalde de Santiago.
Para los comicios presidenciales del domingo próximo, la abanderada oficialista Michelle Bachelet marcha ampliamente a la cabeza de las encuestas.
Otros tres candidatos se presentarán: Lavín, Sebastián Piñera y Tomás Hirsch.
Por: Angel Pino R. El autor es corresponsal de Prensa Latina en Chile.
Santiago de Chile, 10 de diciembre 2005
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