Claramente estaríamos en presencia de un Presidente que dice representar el humanismo cristiano y la Democracia, y que vendría a solucionar los problemas de la gente más modesta de nuestro país. Pues bien estos calificativos distan bastante de acercarse a la realidad.
Por una parte Piñera dice tener patente de demócrata por haber votado NO en el plebiscito de 1988 y que las razones que lo llevaron a esa decisión fueron que quería la libertad para Chile y la violación de los Derechos Humanos; pues bien vale preguntarse: ¿A cuánta gente salvó Piñera de la tortura o la muerte?, ¿Denunció estos hechos?, todo indica que NO, él calló mientras se enriquecía sin importarle la suerte de sus compatriotas en las mazmorras de la Dictadura.
También sabemos que éste hombre que proviene de una familia cristiana, miró y calló cuando se hizo el gran robo del patrimonio nacional con la privatización fraudulenta de las empresas del Estado y como no si su hermano José fue uno de los grandes ladrones con la privatización de Chilectra.
Lo que verdaderamente hizo nuestro ilustre personaje es apostar como lo hace en la bolsa a que la Dictadura que ya no contaba con el apoyo de U.S.A. y con un deteriorado apoyo en la ciudadanía estaba viviendo sus últimos momentos; por lo que quería seguir enriqueciéndose, pero ahora en Democracia. Para Piñera su Dios es el dinero.
Ahora vale preguntarse que tipo de Democracia nos ofrece Piñera y su alianza por Chile, poniéndonos en el mejor de los casos, pensemos que Piñera quiera hacer un gobierno democrático, ¿Cómo lo haría si sus aliados de la Unión Demócrata Independiente UDI tienen más representantes en el congreso que su partido Renovación Nacional?. Este monstruo de dos cabezas que gobernaría Chile, Qué tipo de democracia nos daría si todos sabemos que la U.D.I. es un partido que cuenta en sus filas a prominentes autoridades de la Dictadura Pinochetista como Sergio Fernández, Jovino Novoa y el propio Lavín, y a algunos ex senadores designados, y que fueron mandos militares en la Dictadura, es más hasta último momento la U.D.I. y principalmente el senador Hernán Larraín fue defensor de Colonia Dignidad y de Paul Schaffer.
Todos sabemos que en la U.D.I. raya el Fascismo y que la democracia le incomoda y que su vocación es asesorar Dictaduras.
Por tanto el futuro gobierno de Piñera se convertiría en una democracia más restringida que la actual, donde las libertades individuales serían inculcadas y volveríamos a tener represión contra los sindicatos y pobladores acusándolos como a ellos les gusta subversivos.
Esta represión sería en virtud de mantener el orden, tal como lo decía Fernández
cuando era el siniestro Ministro del Interior de Pinochet.
En lo que las dos cabezas de éste monstruo estarían de acuerdo sería en mantener y profundizar el modelo neoliberal aumentando las diferencias económicas y sociales entre los chilenos, quitándoles aún más los derechos a los trabajadores, implantando una flexibilidad laboral siniestra, manteniendo un salario mínimo bajo y un porcentaje de cesantía que permita a los empleadores despedir a los trabajadores que estén descontentos por su sueldo, sabiendo que otros esperan trabajar, aunque sea por una miseria.
Este monstruo lamentablemente tiene un parecido a nuestro querido Barney, si se hace grande se vuelve sorprendente, pero sorprendentemente malévolo y desquiciado sólo por su Dios dinero, obviamente obtenido a costa de los trabajadores.
Por: Julio Ramírez. El autor es Investigador Social. Colaborador de Crónica Digital.
Santiago de Chile, 4 de enero de 2006
Crónica Digital
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