Tantas veces me mataron
Tantas veces me morí
Sin embargo estoy aquí
Resucitando
Gracias doy a la desgracia
Y a la mano con puñal
Porque me mató tan mal
Y seguí cantando
Estos hermosos versos de María Elena Walsh, repetidos una y otra vez, durante estas decádas, expresan con notable elocuencia y sencillez los duros procesos que hemos vivido aquellos que elegimos la lucha por construir una sociedad más justa, libre y socialista.
Desde el intento de exterminio de las dictaduras fascistas, pasando por las traiciones y los desconciertos frente a una época que anunciaba el fin de la historia y el triunfo del capital por sobre el ser humano, la Izquierda Cristiana no estuvo exenta, al igual que muchos, a sobrevivir y reponerse de los golpes, golpes que a muchos los hizo volver a sus casas, a pasar bajo la tierra el duro y largo invierno de la desesperanza, golpes que hizo a otros buscar acomodos fáciles entre los declarados vencedores del nuevo imperio secular, golpes que nos hicieron a otros la piel más dura, la obstinación más fuerte y la búsqueda de nuevas esperanzas mas amplias, acogedoras y afectuosas, pero siempre emancipadoras y universales.
En los cruces de estos caminos nos hemos encontrado muchos que hoy estamos aquí presentes, nos hemos reconocido y en el gesto hermanable nos hemos propuesto hacer renacer nuevamente la esperanza. Y este renacer, como la cigarra, después de años bajo la tierra, tiene el nombre para nosotros de nuestro Segundo Congreso Nacional.
Hacer renacer la esperanza, la esperanza de que es posible otro mundo, otro modo de vivir y de ser seres humanos, la esperanza de que es posible cambiar las cosas, de que es posible aprender de los errores, esperanza de que los oprimidos y postergados tienen nuevamente en sus manos los destinos de sí mismos y de la época.
Así es, queremos hacer renacer la esperanza, la esperanza socialista, la esperanza liberadora. Queremos hacer renacer a la IC, y que con renovado ímpetu, vigor y certezas, se alce nuevamente como un partido liberador, una alternativa política y de poder, que junto a otros, avance en la construcción de una alternativa liberadora y socialista, para nuestro pueblo, para Chile y Latinoamérica, para recalcar una vez más que los más sencillos vencerán.
Somos un partido que recoge la inspiración liberadora del cristianismo, su base dialogante y ecuménica, un partido que se reconoce en las corrientes liberacionistas latinoamericanas, un partido que postula el socialismo comunitario radical, que cree que la base de la liberación social, política y económica está en las manos de poder popular, del poder ciudadano, de la comunidad. Que cree que el socialismo no es una utopía allá lejana en el horizonte de una revolución por hacer, sino que asume que el socialismo es una forma de ser y estar en el mundo, una forma de construir comunidad, una forma de encarar la vida solidariamente, entre muchos, buscando las formas de resolver los problemas reales, en la vida diaria. Somos un partido que cree en la cotidianidad, que construye desde lo pequeño, desde el diario vivir una forma de ver, sentir y estar con los demás.
Somos un partido de personas, libres, amorosas, entrelazados con nuestra gente, nuestro pueblo, somos un partido de los pobres y excluidos, de los oprimidos y marginados, pero también de los que luchan, de los que creen, de los que tienen fe, de los que se liberan permanentemente, contra los abusos de genero, contra el desarraigo y destrucción de nuestro entorno natural, contra las prácticas autoritarias, contra el engaño del consumo y el individualismo. Somos ciertamente eso y mucho más.
Y en este ser mucho más, es que hoy hacemos una pausa en el camino, pausa no para descansar, una pausa para renovar las convicciones, pausa para pensar, reflexionar, y decidir, en colectivo, entre muchos, entre amigos, el camino que tomará la Izquierda Cristiana para dar cuenta de sus sueños y voluntades.
Hoy la IC está en Congreso, Congreso refundacional, amplio y abierto, hecho con la gente, con nuestro pueblo, de cara al futuro, Congreso que debe dotarnos de un amplio y sólido fundamento ideológico, de un programa local, nacional y continental, de una organización idónea y acorde con los tiempos y las necesidades.
La IC está hoy en Congreso, bienvenidos todos y todas a hacer de este espacio el lugar del renacer de la esperanza socialista, libertaria y popular a la que aspiramos. Bienvenidos, este Congreso es de ustedes.
Damos por iniciado nuestro Segundo Congreso Nacional de la Izquierda Cristiana de Chile.
José Ortega Miranda
Presidente
Comisión Nacional de Congreso CNC
23 de junio de 2006
Santiago de Chile, 27 de junio 2006
Crónica Digital , 0, 96, 3