Naranjo precisó en un comunicado público que a 16 años de recuperada nuestra democracia no existe excusa alguna para que los Partidos de la Concertación Por la Democracia no pongan término a la Ley de Amnistía de 1978.
El legislador recordó que terminar con la ley de amnistía ha estado presente desde el primer Programa de Gobierno de la Concertación, por lo que es una tarea pendiente y una promesa que no hemos sido capaces de cumplir a los chilenos.
Reiteró que ya no existe cabida en Chile para los ejercicios de enlace, boinazos u otras formas de presión, como las ocurridas en nuestro pasado reciente, y reiteró a los socios de la Concertación, (Democracia Cristiana, PPD y Partido Radical) que por primera vez tenemos mayoría en el Senado.
Naranjo, dijo que terminar con la Ley de Amnistía para los Socialistas es una tarea ineludible, un compromiso moral y ético con las víctimas de la dictadura al cual no renunciaremos. La Ley de Amnistía es el último símbolo vigente del sistema que la dictadura construyó para avalar y proteger sus violaciones a los derechos humanos, que aun permanece intocable, por lo cual su término es de gran significado para la comunidad nacional e internacional.
Santiago de Chile, 23 de octubre 2006
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