Trascendió extraoficialmente que la mandataria chilena firmará en las próximas horas el Decreto Supremo que autoriza la entrega del anticonceptivo en los consultorios médicos, medida que encontró enconado rechazo en algunos sectores.
Ayer, 25 organizaciones femeninas demandaron frente al Ministerio de Salud la entrega cuanto antes de la píldora.
Varias fuerzas políticas también manifestaron su apoyo al gobierno para que distribuya la pastilla a todas las chilenas que lo requieran.
La ministra de Salud, María Soledad Barría, recibió el respaldo a las Normas sobre Regulación de la Fertilidad, por ejemplo, del senador Carlos Ominami y el diputado Fulvio Rossi, del Partido Socialista.
«Es mejor el fundamentalismo sanitario que el fundamentalismo religioso», dijo Rossi, al precisar que el asunto «tiene que ver más con la equidad que con la moral».
Sobre críticas del Partido Demócrata Cristiano, Ominami llamó a «ser más tolerantes y respetar la diversidad, porque si la píldora se está vendiendo en las farmacias del barrio alto, lo lógico es que también se entregue a las mujeres de bajos recursos».
Similar fue la opinión del presidente del Partido Por la Democracia, Sergio Bitar, que precisó que «esta materia está ultradiscutida».
Santiago de Chile, 17 de enero 2007
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