Por Iván Appelgren , 0, 179, 20
Mié Ago 8 , 2007
Sin duda que la percepción de los chilenos ha variado desde el año 2003 y se refleja en los últimos resultados de las encuestas que realiza, periódicamente, Cerc. Más allá de los publicitados resultados de apoyo o rechazo de la clase política y del gobierno, ésta entrega como dato político que los trabajadores y sus organizaciones deben iniciar procesos que consoliden su unidad y, por tanto, su fortaleza. La negociación colectiva, los sindicatos y el respaldo incuestionable a las movilizaciones sociales y laborales, por parte la ciudadanía, son variables que desde hoy deben considerar los dirigentes y organizaciones sindicales y, por tanto obliga, al buen uso de las mismas para fortalecer los procesos de unidad y a la necesidad de cambiar el modelo económico instaurado por la dictadura militar y administrado, con eficiencia tecnocrática, por los gobiernos concertacionistas. Dicho resultado también deja de manifiesto que el actual modelo económico neoliberal, que se caracteriza por su individualismo y escasa solidaridad social, ha comenzado a fisurarse. Respecto a la percepción pública por el ítem negociación colectiva, la misma encuesta sorprende a los mismos investigadores al afirmar que, desde el 2003, nunca hubo resultados tan claros a favor de la negociación a través del sindicato como ahora. Según Cerc, los chilenos en un 71% opinan que los trabajadores deben negociar mejores remuneraciones de manera colectiva y, a través de un sindicato, mientras que una minoría, de solo 18%, estima que lo debe hacer en forma individual. Cabe señalar que en las cinco mediciones anteriores al 2003 nunca hubo resultados tan claros como ahora. Para el Centro de Estudios este indicador podría explicarse por las últimas movilizaciones. Sin embargo, pueden existir también otros factores que ayudan a este sorpresivo resultado. Por ejemplo, la encuesta de julio da cuenta del pesimismo de los chilenos respecto de la situación económica actual, tanto en percepción de la economía en general como en el indicador situación económica personal. Ello, pese a las buenas cifras macroeconómicos alcanzadas en el último tiempo en indicadores como crecimiento de la economía, tasa de desempleo, manejo de la inflación, entre otros aspectos. Dichos resultados demuestran el Estado de bienestar que intenta instalar el Gobierno no llega al bolsillo de la población y, por tanto, deja de manifiesto la percepción de desigualdad y la carencia de políticas redistributivas que tiene el actual modelo económico. Otro elemento no menor y que se refleja en la encuesta de julio de Cerc, tiene que ver con los cinco principales problemas que tiene el país. El segundo y quinto lugar lo ocupan los problemas derivados del desempleo, la pobreza y las desigualdades sociales, preocupaciones que solo son superados por la delincuencia, la salud y el Transantiago. Un dato relevante en este análisis son las opiniones favorables que tiene la gente respecto a la negociación colectiva a través de un sindicato. La encuesta señala que dicho mecanismo es compartido por los votantes de todos los partidos, aunque entre quienes se identifican con la extrema derecha liberal representada por la […]